martes, 31 de enero de 2012

Cierro un muy buen mes de enero (hay que valer pa´ to´)



Pongo esta imagen de la carrera de Fuentealbilla de 2011 (el pueblo del gran Iniesta), porque representa la metáfora de este enero, con zapatillas puestas y saltando el obstáculo (las grandes comidas y cenas de los muchos eventos sociales que hemos tenido). Y es que ha sido un gran mes de enero en muchos sentidos. Hacía muchos meses que no realizaba tantos kilómetros. La primera semana me clavé 54, la segunda 48, la tercera 45, la semana pasada 42 y el lunes 30 de enero hice 16. Total, 205 kilómetros, como el mes que más kilómetros hice cuando entrené para la maratón de Lisboa. Lo confieso, he ido a dos maratones con 600 kilómetros de entrenamiento en 3 meses. No es mucho. Los resultados no fueron malos, 4:01 en París y 3:57 en la maratón de Lisboa, con grandes pendientes. También es verdad que cuando suelo meter mucho kilometraje suelo empezar a tener molestias, sobre todo en el tendón de aquiles. Es decir, no soy un corredor de grandes kilometrajes semanales. De hecho, compañeros que están más o menos a mi nivel (45-46 en 10 kms y 1:40-1:42 en media maratón) me cuentan sus entrenamientos semanales, y casi siempre realizan más. En todo caso no hay que negar la mejora que consigues con una amplia base de kilómetros a la semana.


Pero me voy del tema. Ha sido un buen mes de enero por diversas cuestiones. En primer lugar porque he recuperado un poco el ritmo de entrenamientos, 3 o 4 a la semana, y con varias tiradas largas de alto kilometraje. Pero también por algunos "eventos sociales" con amigos de esto del running, que hace más "amable" ponerte las mallas, calzarte las zapas salir a correr a pesar de que a veces no apetezca. También es verdad que esos eventos han retrasado mi "puesta a punto de forma", en el sentido de que no me quito lastre ni a la de tres. Pero bueno... ya tendré tiempo (siempre digo esto). Casi todos los fines de semana hemos tenido celebración. Y eso está bien. Como dice mi buen amigo Mariano, "hay que valer pa´ to´". Este fin de semana salimos a hacer una tirada larga. Los maratonianos hicieron 28 kilómetros, y yo hice 23,5 en 2:12. Eso sí, es un recorrido bastante rompepiernas, con final en alto, como en el tour. Pero lo mejor vino después. Apenas un par de horas para ducharse y arreglarse, porque nos esperaba una comida con los amigos (el que menos kilómetros hizo ese día fui yo), cubatas varios a lo largo de toda la tarde y noches, y al final llegar a las 12 de la noche reventado. En todo caso, viene un mes de menos eventos. Esperemos que no se resienta el entrenamiento, pues parece que últimamente corro para después irme de fiesta. Como dije en la anterior entrada mi mirada está puesta en los 10,3 kilómetros de Murcia (paralela a la media maratón) del 18 de marzo, como puesta a punto para la media maratón de La Roda del 25 de marzo, una semana después. En la primera debo bajar de 4:30 min/km, o estar por ahí. En la segunda hacer 1:38. Y todo eso con 85 kilos más o menos. Así que tengo 7 semanas por delante, en las que intentaré seguir con la rutina de este muy buen mes de enero, aunque con menos fiesta... si es posible. Un día de tirada larga (no tanto, pero cercana siempre a los 20 kilómetros), dos días más de rodaje y otro de algo de calidad (bien cambios de ritmo, cuestas o series). Con eso puedo acercarme al objetivo, aunque el principal para mí sigue siendo disfrutar de esto del running con los amigos, fomentar la gran amistad que hemos cultivado en estos últimos tiempos, y reirnos un poco de este mundo tan loco que es capaz de absolver a Camps y de imputar a Garzón.

viernes, 27 de enero de 2012

Inactivo pero activo



Desde septiembre vivo una situación irregular en lo que a atletismo se refiere. Activo e inactivo a la vez. Una semana salgo a correr 4 veces, me hago 50-55 kilómetros, y otra salgo una o dos veces nada más, 20 kilómetros a lo sumo en los 7 días. El trabajo, mi nueva ubicación en Murcia y otras historias a veces me impiden correr, o me van minando las fuerzas y motivación para ponerme las mallas, las zapas y salir a desgastar asfalto. Tampoco estoy compitiendo mucho para lo que he estado acostumbrado en los últimos años (sobre todo en 2009 y 2010). Sé lo que necesito: un plan y motivación. Y eso se consigue imponiéndote un objetivo.


En todo caso en las vacaciones de Navidad cogí un buen ritmo. Fueron dos semanas muy buenas de correr, 55 y 51 kilómetros respectivamente. Varias tiradas largas, salidas en Chinchilla por cuestas (entre el 30 de diciembre y el 4 de enero estuvimos en Chinchilla), pero además en Murcia salí varias veces por la mañana, que es cuando tengo más motivación. Sin embargo las dos semanas siguientes ya de nuevo he bajado un poco el ritmo. El trabajo me impide salir por la mañana, y además acabo de trabajar por la tarde en casa cerca de las 20:00. Así que tengo que estar muy mentalizado para salir solo a las 20:00 a dar vueltas a una urbanización.


Aún así, los resultados no son malos ni mucho menos. Los entrenamientos, cuando los hago, salen bien. La única competición en estas semanas de inactividad en el blog (la media de Santa Pola que está en la foto en su paso por el kilómetro 15) también salió moderadamente bien (1:42). Se puede decir que mantengo un nivel de forma medio-alto (dentro de mi nivel, por supuesto) pese a la irregularidad en los entrenamiento. Quizás si tengo que resaltar dos momentos en estas semanas en lo que a atletismo se refiere, ambos momentos estarían unidos también a los elementos sociales del running, como a mí me gusta. Me explico. El sábado 14 de enero hicimos una tirada larga en El Villar de Chinchilla, unos de 26 y otros de 24. Ese entrenamiento, que ya lo he hecho varias veces, consiste en bajar desde El Villar a Pétrola por un camino rural, generalmente descendente durante los 10 primeros kilómetros, dar la vuelta a las lagunas durante 3,5 kilómetros (en la foto adjunta vemos una bonita panorámica con flamencos), y después volver en un rompepiernas realmente duro por las montañas que se ven en la foto al fondo. Salimos ni más ni menos que 19 personas ¡¡¡!!! y algunos (Morales, Miguel ángel, Quique, Mariano y un servidor) nos perdimos cuando llevábamos 17-18 kilómetros y tuvimos que atajar "campo a través) y recortamos sin darnos cuenta 2 kilómetros. El ritmo fue alto para 24 kilómetros (a mí me salió 5:30 de media, y teniendo en cuenta que vas por tierra y subiendo y bajando no es mala media). Lo mejor del día sin duda la comida posterior, en la que nos quedamos casi todos (en total casi 20) y que después rematamos con cubatas varios y demás historias. Además unos cuantos alargamos en la cena y posterior bebidas "espirituales" hasta las 4 de la madrugada. Ya sabéis la teoría... las gallinas que entran por las que salen.


La semana siguiente tampoco se quedó corta. Teníamos la media maratón de Santa Pola el domingo 22 de enero a las 10:30 de la mañana. Cuevas, Mónica, Mariano, Alicia, sus hijos, Susana (mi mujer) y un servidor pasamos el fin de semana en esta población costera. Pasamos un muy bonito finde de comidas, bebidas, risas, y demás. El viernes llegamos por la tarde-noche, cogimos el dorsal en la feria del corredor y así comenzó el fin de semana. El sábado salimos a estirar piernas a las 10:30, hicimos 6 kilómetros suaves más o menos, estiramos, una ducha, y a pasar el día en una temperatura buenísima en la playa (cerca a los 20º a las 14:00) y una buena tarde de risas y demás. Cerramos el día jugando al poker texas holdem (el famoso poker descubierto que está de fama en internet), pero ya sin bebidas espirituales, que al día siguiente había que cumplir. Y se cumplió. Ésta es mi quinta participación en la media de Santa Pola. Ya he escrito mucho en este blog sobre el tema. Es la media ideal. Ambiente buenísimo, 8000 corredores, animación a lo largo del recorrido, música, grupos de rock, totalmente llana, a nivel del mar, y casi siempre con una temperatura muy buena. Este año quizás algo de calor, 18º a las 12:00, cuando a algunos aún nos quedaban 2-3 kilómetros y a pleno sol. Las marcas, aún así, de escándalo de nuestras gacelas. 1 horas y 12 minutos hizo Patri, qué barbaridad!! Debajo de 3:30 min/km. Casi de élite. En la misma tónica estuvo Diego, 1:14, con problemas en el gemelo (¿Cómo se puede correr a esa velocidad con problemas en el gemelo?), Mariano 1:17, marca personal por tercera vez en unas semanas (2:54 en maratón, 35 minutos en 10 kms y 1:17 en media). Estos tres máquinas están en un momento dulce, y eso se nota. Cuevas marcó 1:30, y hubo un grupeto que estuvo en torno a él y un poco más atrás, Garrigos y Uge entraron con Cuevas y Manolo y Jesús a unos minutos. Juan y yo (en la foto del principio) entramos en 1:42 menteniendo un ritmo constante en el último 10.000, a pesar de que en el primero fuimos un pelín más rápidos. Contentos al fin y al cabo. Cerramos el día con una muy buena comida y mejor ambiente de club (18 personas).


Esta semana posterior ha sido un poco más dura. Se nota la falta de tensión competitiva en las piernas. Intenté salir el martes e hice solo 20 minutos porque tenía las piernas como bloques. Decidí descansar y ayer salí con Super-Cuevas y Remo en su sesión de series de 2 kilómetros entre 4:25-4:15. Hice la primera con ellos, y el resto siguiendo sólo una parte. Me vino bien. Yo hice algo más de 15 kilómetros y me noté mejor las piernas. El sábado toca tirada larga y con la vista puesta en los 10,3 kilómetros de Murcia (paralelos a la media maratón) del 18 de marzo y en la media maratón de La Roda del 25 de marzo. Allí marco objetivo: 1:38. Quedan 7 semanas, y lo intentaré.