Ni un solo pero a la crónica ofrecida por nuestro compañero Remo. Y es que si tuviera que definir con una palabra la carrera de Bienservida utilizaría "sufrimiento". Si me dicen que añada otra quizás diría "bonita". Pero es que tampoco me dio mucho tiempo a ver lo bonita que era. Y gracias a los dioses del Olimpo que nos hizo buen tiempo, porque esta carrera con viento, frío polar o calor veraniego, hubiera sido una tortura. El perfil lo dice todo. Esta carrera no es otra cosa que una subida y bajada a un puerto de montaña.
A la organización no le pondría ningún "pero", más que el que Remo ha apuntado en la anterior crónica. Hubo suficiente agua en la carrera, y cerveza en la postcarrera, los regalos fueron correctos y no hubo grandes aglomeraciones.
Por describir un poco la carrera, sólo decir que hasta el kilómetro 4 era una subida dura pero llevadera. Sin embargo los dos siguientes kilómetros fueron poco menos que criminales. Con una pendiente muy parecida al mortirolo, pero durante 2 kms y con tierra y piedras. La bajada por asfalto hizo que más de uno sintiera y recordara que las rodillas siguen ahí y que no son de hierro.
En cuanto a nuestro club: pues eso, que son unos máquinas. La élite en su línea, carrerón de Gato, Curro, Mariano, Remo, José Ángel y Paqués. Esta vez sólo un representante de la semi-élite, Uge, que dice que iba a ir tranquilo, pero al que sólo vi en la salida. Y los demás: sufriendo y penando, pero poniendo nuestro pequeño grano de arena. Por primera vez puntué para el club, quedando octavo, gracias a la complicidad de Juan que no me disputó el sprint. Y Juan hizo una bajada espectacular, pues me recortó el minuto que le saqué subiendo, y yo recuerdo que bajé a una media de 4:30. Impresionante también Masi, que con dolores en la rodilla llegó muy cerca de nosotros (qué hará cuando esté bien!!). Y Augusto, como siempre, merece más que un reconocimiento.
Pues nada, la siguiente en Yeste, que creo que es también llana...
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