Antes de comenzar con un blog como éste, dedicado al atletismo de fondo, no tenía otra opción (dada mi dedicación profesional de historiador) que mirar al pasado y buscar un personaje de referencia. Y es que no hay nada mejor para ayudarte a superar las largas carreras y entrenamientos de fondo, que recordar a aquéllos que quemaron decenas de zapatillas en el asfalto haciendo kilómetros y kilómetros, relajando la mente, fortaleciendo el cuerpo y rompiendo las barreras de los umbrales humanos.
Muchos son los corredores de fondo a los que podía aludir como referentes. Pero hoy quería comenzar por uno muy especial: Emil Zatopek. Nacido en 1922 en la ahora dividida Checoslovaquia, este corredor se especializó en carreras de 5.000, 10.000 y maratón. Su primera gran gesta la llevó a cabo en los juegos olímpicos de 1948, a los 26 años de edad, cuando consiguió imponerse en la prueba de 10.000 con 48 segundos de diferencia sobre el segundo, siendo la segunda vez que en su vida competía en esta distancia. Un éxito al que sumó la plata en la carrera de 5.000. Pero sin duda, cuando consiguió que su nombre pasara a la historia del atletismo fue en los Juegos Olímpicos de Helsinki de 1952, cuando consiguió la triple corona del fondo, haciéndose con la medalla de oro en 5.000, 10.000 y maratón. Una circunstancia que todavía nadie ha podido igualar hasta ahora, y que se convierte en una proeza teniendo en cuenta que era su primera competición en maratón. Zatopek logró mantenerse siete años consecutivos como el número uno de los 10.000 metros, 1948, 1949, 1950, 1951, 1952, 1953 y 1954. Durante ese periodo batió cinco veces el récord mundial. Al igual que en los 10.000 metros, se impuso durante seis años en la prueba de los 5.000 metros (1947-1950 y 1952), marcando el record mundial en 1954, con un tiempo de 13:57:02. En total, este genial corredor nos ha dejado la friolera de 18 records mundiales.
Como todos los grandes personajes, siempre acaban siendo un poco "peculiares" y bastante carismáticos. Es curiosa la anécdota que se cuenta de su primera maratón en la que consiguió el oro olímpico en 1952. De acuerdo a las noticias periodísticas de esta carrera, Zatopek nunca había cubierto esta distancia, por lo cual fue una verdadera incógnita lo que podía rendir. Sin embargo cuando llegó a los 30 kilómetros miró a sus adversarios que iban con él en el grupo de cabeza y les preguntó como desconcertado "yo no entiendo mucho de maratón, ¿pero, no estamos corriendo demasiado despacio?" Acto seguido se desprendió de ese grupo de corredores y ganó la carrera con el tiempo de 2h. 23:04. El gran impacto que produjo Zatopek fue también en otro orden, en su metodología de entrenamiento. Debido a la influencia de algunos artículos técnicos del metodólogo alemán Toni Nett, Zatopek creó el método interválico de entrenamiento, algo inédito para la época. Corría exclusivamente distancias de 200 y 400 metros a ritmos anaeróbico y con pausas cortas de recuperación. Previamente a los Juegos Olímpicos de Londres corrió en su preparación de base y durante 10 días exclusivamente 60 x 400 metros. Obviamente una metodología como ésta dotó a Zatopek de gran potencia muscular, capacidad aeróbica y resistencia. Por aquel entonces se pensó que ésta era la mejor y única forma de entrenamiento "válida", aunque ahora sabemos que el método interválico (fraccionado aeróbico) a lo Zatopek es solamente uno de los tantos métodos de trabajo utilizados para mejorar la resistencia.
Un personaje carismático que caló hondo en el público que aclamaba su nombre en los estadios y lo llevó, en más de una ocasión como indican los periódicos de la época, a derrotar a sus oponentes en los últimos metros de competición. Se alistó en el ejército checoslovaco, y estuvo en contra de la intervención soviética en su país. Su apoyo a la famosa "Primavera de Praga" le llevó a ser degradado hasta tal punto que tuvo como función la de barrendero. Murió en el año 2000, con 78 años de edad, y siendo considerado como un héroe en su país. Un gran atleta que fue rompiendo una y otra vez sus barreras, que se caracterizó por una impresionante fuerza y resistencia, así como por la firmeza de su ritmo de carrera. Su apelativo de "locomota humana" no necesita más explicación. Un buen referente para esos largos ratos de atletismo en los que ponemos a prueba nuestros músculos, nuestro corazón y nuestra mente.
Más información en:
es.wikipedia.org/wiki/Emil_Zátopek
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