Después de dos semanas de descanso (1-14 de junio), he comenzado de nuevo a trotar. He realizado trotes de entre 8-10 kms, a ritmos entre suaves y medios. Sólo un día pasé ese kilometraje, este martes con 13,5 kilómetros. En general, sensaciones muy irregulares, desde un día que me sentía tope, hasta este martes que pensaba que iba a tirar la toalla en cualquier momento. Las piernas me van muy pesadas, y con el calor todavía más. Tengo la sensación de que en estas dos semanas los músculos no han conseguido recuperarse... y ¡bueno! Eso es lo que hay. No me voy a quedar quieto. Lo siento por mis pobres músculos, pero si me quedo quieto engordo. Y mucho me ha costado quitarme estos 10 kgs para volver a cogerlos. Si tengo que ir a ritmo suave... pues iré. Ya me he planteado la competición este verano de otra forma. Para mí, la temproada se ha acabado tras la media marathon de Albacete...
Las carreras de 10kms de este verano las realizaré como pueda. La ilusión de hacer 45 minutos en alguna se esfuma por completo. Siendo sinceros, creo que estaré en torno a los 50 minutos al menos en estas primeras, como en Abengibre. Si puedo recuperar el tono, y afloja el calor, para Caudete y Villagordo (dos últimas semanas de agosto), quizás ronde los 47 minutos. Sin embargo, no siento nada negativo al respecto. Al contrario. Tengo muchas ganas de ponerme el chip amarillo que tengo en propiedad, ponerme a rebufo de alguien, sufrir... y pegar un gran suspiro cuando cruce el arco rojo con la alfombra de championchip... ¡¡¡Aunque vaya de los último!!!
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