miércoles, 22 de junio de 2011

Hay que apretarse...




Carles Aguilar y Gonzalo Quintana son unos máquinas. Yo soy muy asiduo de sus sendos blogs de atletismo donde no sólo van contando sus experiencias, sino que además introducen muy interesantes reflexiones sobre todo lo que rodea al atletismo. En cuanto introducen una entrada en los blogs, lo primero que hago es leerla. Llevo tiempo sin poner nada en los comentarios, igual que en el blog, por falta de tiempo. Pero aún faltando tiempo, no me perdía la lectura de las entradas que van publicando. Cuando hablo de atletismo con alguien siempre les recomiendo los dos blogs porque no sólo pueden hacerte pasar un buen rato, sino que además puedes aprender mucho de ellos.

Pues ayer estaba a punto de comenzar a entrenar, ya bastante tarde, a las 20:45. Aquí en Murcia el calor es asfixiante (hoy 38º) y es poco recomendable salir a esa temperatura. Cuando llevaba puestas las zapatillas, las mallas y la camiseta pensé en las grandes hazañas en entrenamientos y competiciones que protagonizan Carles y Gonzalo, y me dije para mí: "si quiero dar resultados hoy toca apretarse". Quería comenzar con estas palabras simplemente para darles las gracias a Carles y a Gonzalo por sus comentarios, ya que me animan a seguir mejorando y disfrutando de este nuestro deporte. Huelga decir lo mucho que admiro su fuerza de voluntad y su energía para seguir disputando reto tras reto.

Pues eso, que ayer intenté apretarme. Sin muchos alardes, pero no salió mal la cosa. Hice 3 kilómetros de calentamiento, pero en progresivo, comenzando a 6:00 min/km y acabando a 5 min/km, y después probé a hacer series de 1.000 combinándolas con series de 500. La fórmula era 1.000 - 500 - 1000 - 500 etc. Total, que hice 3 series de 1.000 (4:18, 4:15 y 4:14) y tres series de 500 (2:07, 2:07 y 1:54). Fueron en total 10 kilómetros entre el calentamiento, las series, y el rodaje de recuperación entre series (fueron rodajes de 500 metros que procuré llevar a ritmo medio -5:30 min/km- para no bajar mucho las pulsaciones). Acabé contento porque -salvo la última serie de 500- nunca fui al límite, y tenía la sensación de ir con un cierto margen.

Hoy quiero salir a hacer 12 kilómetros suaves pero por un terreno rompepiernas, por lo que aunque vayas a ritmo tranquilo los desniveles te van exigiendo siempre potencia de piernas. Mañana descansaré y el viernes y el domingo voy a hacer cuestas y una tirada larga. Total, que si va bien la semana acabaré con 50 kilómetros, algo que hace tiemp no veía. Pero como todavía no los he hecho... mejor no contarlos...

martes, 21 de junio de 2011

Y en esto seguimos




¡Qué tíos más grandes Gaby y Agustín! Desinteresadamente y por su gran afición al atletismo fotografían semanalmente a los que disputamos el circuito de carreras populares de Albacete. Aunque "disputar" parece una palabra muy seria para referirse a lo que hacemos algunos. En todo caso quería empezar con estas palabras que sirvan de "pequeño homenaje" a estos dos grandes amigos. ¡¡Qué sería de las carreras populares sin estas grandes amistades que se forjan en las continuas zancadas que damos semana a semana!!

Pues eso, que en esto seguimos aunque sin hacer mucho ruido. Hace más de un mes que introduje la última entrada. Y es que en estas 5 semanas he estado muy liado con las tareas docentes e investigadoras de la universidad. Acabo de entregar las actas, por lo que he podido respirar brevemente e introducir algunas palabras. Nada nuevo bajo el cielo. Desde que disputé la media maratón de La Roda (1:39:26) y los 10 kilómetros de Madrid (45:29) (ambas en abril) he descendido un par de peldaños en el nivel de entrenamiento y -por tanto- de forma. Corro semanalmente unos 30-35 kilómetros en 3 salidas. Eso sí, suelo meter un par de sesiones de calidad. No calidad como antes, pero más o menos. Cambios de ritmo, ritmos de tempo... para no perder mucho la forma. Lo que he eliminado han sido las tiradas largas. Estoy en un "medio descanso activo".

He ido a dos carreras en estas 5 semanas. En primer lugar a Tobarra. La carrera de Tobarra tuvo lugar a primeros de junio y consta de dos vueltas a un circuito urbano de 7 kilómetros (14 kilómetros por tanto) que en rasgos generales se me dio bien. La disputé a buen ritmo (4:43 min/km) dado mi estado de forma y que es una carrera muy poco cómoda. El calor no apretó mucho (estuvimos a unos 23-25 grado toda la carrera). La primera vuelta me salió un minuto más rápida (4:39 min/km frente a 4:49 de la segunda vuelta), por lo que noté la falta de kilómetros. El circuito es un rompepiernas continuo aunque -eso sí que es verdad- no tiene grandes desniveles.

La segunda carrera en la que he participado en estas 5 semanas ha sido la carrera de San Pedro (13,5 kilómetros). Esta prueba es bonita. Se recorre en parte en la ribera del río, remontándolo en un principio (hasta el kilómetro 6,5) y bajándolo después. Aunque no tiene grandes desniveles sí cuenta con una gran cuesta en el kilómetro 9,5. Esa cuesta, de 600-700 metros es una de las más empinadas rampas que nunca he subido. Es muy difícil subirla sin andar. Yo no andé en ningún momento porque me cuesta mucho parar. Ni siquiera he parado en las dos maratones que he disputado. En cuestas como la de San Pedro prefiero zancada corta, poca frecuencia, mirada al suelo, y ya terminará... La primera parte de la carrera, como digo, era remontando el río, con pequeños rompepiernas, siempre picando para arriba, y la segunda parte era también descendiendo poco a poco, con esa pared en medio. El año pasado disputé esta carrera a 4:48 min/km. Me salió muy bien. Este año, con más calor sabía que era imposible igualar esa media. En todo caso salí con Rafa y fuimos muy bien los primeros cuatro kilómetros. La media de velocidad por entonces era muy parecida (incluso por debajo) de la que llevé el año pasado. Sin embargo Rafa se resintió de la lesión que le ha apartado de entrenar estas dos últimas semanas y preferí acabar con él a un ritmo más tranquilo. No me preocupaba en absoluto ni el puesto ni la marca. Al subir la cuesta (como digo, yo miro para abajo y tiro para adelante) sin darme cuenta le saqué mucho trecho a Rafa que estaba bastante resentido en el sóleo y al que se le estaban cargando los cuádriceps. Le esperé un poco, pero al ver que tardaba mucho en llegar ya en el kilómetro 11 tiramos Moncho y yo hasta meta a un ritmo más rápido (ese tramo de 2,5 kilómetros nos salió a una media de 4:30 min/km). En la foto aparezco junto a Moncho (viste de amarillo con la prenda del club) y junto a Manolo Meneses, un auténtico titán del atletismo, más de 70 años y sigue dándole a las piernas como si de un chaval se tratara. Total, que la media de velocidad de la carrera fue justo de 5:00 min/km (1:07), a pesar de que bajamos el ritmo entre el kilómetro 5-10. Así que si Rafa no se hubiera resentido de la lesión ambos podríamos haberla terminado en 1:04 o incluso por debajo.

Poco más. Hoy tengo pensado hacer series de 1.000 y de 500 a ver cómo se me dan. No sé si ir a Socovos este sábado (25 de junio) o el domingo próximo (3 de julio) a La Gineta... o quizás haga las dos. Un día me propondré bajar de peso y entonces correré más y más rápido. Pero mientras, sigo con mi 85 kiletes, y aguantando el tipo. Acabo siempre en la mitad de las clasificaciones, lo que no está mal. Pero intento mentalizarme para pegar un salto. Bajar peso, empezar a entrenar con cabeza... si el trabajo y mi mente me dejan...