miércoles, 14 de diciembre de 2011

Por la noche no se sale a rodar... se sale a entrenar




Recuerdo que Gonzalo Quintana en una de sus excepcionales entradas hablaba de algo así: que cuando salía a correr por la noche, más que rodar, lo que salía era a entrenar, y además fuerte. Pues últimamente me pasa algo así. Cuando salgo a correr aquí en Churra, Murcia, que suele ser por la noche debido a mis obligaciones docentes, suelo -sin darme cuenta- meterme mucha caña. Poco a poco, en progresivo, a partir de los primeros 20 minutos ya voy casi siempre debajo de 5 min/km.

Pero he empezado por el final casi sin darme cuenta. En estas tres semanas de silencio en el blog han pasado muchas cosas. La primera de ellas fue la maratón de Valencia.

El sábado 26 de noviembre salimos desde el Villar de Chinchilla camino de Valencia, Mª Mar, Susana, Alicia, Mariano, los dos Patricios (padre e hijo) y un servidor. Yo fui en el pedazo de coche de Patri, y en apenas hora y media de camino (a las 12:00) estábamos en la capital del Turia en dirección al hotel, el NH ciudad de Valencia, a unos 20 minutos de la salida de la ciudad de las artes y las ciencias. No tardamos mucho en coger camino para recoger el dorsal. Había un ambiente excepcional. Me dio mucha envidia no haber preparado la maratón y haber participado de la prueba "grande". En todo casi, sí que pude participar en la "pequeña", donde nos juntamos más de 5000 inscritos y más de 4500 llegados. En la maratón llegaron cerca de 6000. Total, que más de 10000 personas salimos de esa expectacular salida "a dos puentes", a un lado los corredores de la maratón y al otro los corredores de los 10 kilómetros. Esta carrera era especial, pues era la primera carrera de 10 kilómetos a los que se iba a enfrentar mi mujer, Susana, acompañada de Mª Mar, a pesar de no entrenar mucho ninguna de las dos. Además Alicia, esposa de Mariano, podía seguir mejorando registros en esa gran mejora que está experimentando. Pero antes de iniciar esta carrera (domingo 27 a las 9:00), el sábado en la tarde Mª Mar, Susana y yo pudimos visitar el Oceanographic mientras Mariano, Patri, Alicia y Patricio (padre) descansaban en el hotel, sobre todo en el caso de los dos primeros que se enfrentaban a Filípides al día siguiente. Quedé impresionado con los tiburones y demás bichos. Me encantó. Cenamos temprano, cerca del hotel, y pronto estábamos en camita.

El día siguiente comenzó pronto. Yo me levanté a las 7:00 y desayuné un poco. Los maratonianos fueron un poco más madrugadores. A las 7:45 iniciamos el camino a la salida en la ciudad de las artes y las ciencias. Hicimos bien en salir tan temprano, pues cuando llegamos para calentar todavía los baños no estaban masificados y pude "quitar lastre" a última hora. Hicimos las fotos de rigor, las chicas y yo nos despedimos de los maratonianos, nos deseamos suerte, calentamos un poco y nos colocamos en los cajones de salida.

Pero vamos a la carrera. Como puse que la marca prevista iba a ser 44 minutos (a pesar de que no era ese el objetivo), me colocaron en el cajón de salida de 40 a 45 minutos. Me coloqué pronto, a 10 minutos del disparo, y pude coger muy buena posición. No me podía imaginar a quién vi en el cajón: ¡¡A Fermín Cacho!! Cacho está corriendo las carreras del circuito de Divina Pastora. Comenzó haciendo 53 minutos debido a que se encontraba en baja forma y poco a poco ha ido mejorando hasta hacer 46 minutos pelados en Oviedo. Salimos con gran puntualidad a las 9:00 con una temperatura fresquita, pero perfecta para la práctica del atletismo, y bajo un estruendo de fuegos artificiales y ruidosos petardos. Corrimos paralelos (pero separados) a los atletas de la maratón a lo largo de 5 kilómetros, aunque con algunas desviaciones. La carrera de 10 kilómetros era llana, muy llana. Quizás lo más llano que he hecho nunca. Debido a que no me encontraba en la mejor forma pensaba que hacer 46 minutos era un triunfo y hacer 47 algo razonable. Pasé el primer kilómetro en 4:34. Y no me gustó, porque pensaba que pasaría ese kilómetro en 4:20 y después ya ir cogiendo el ritmo de crucero. Pero realmente fue bueno. Quizás, y a pesar de no estar en la mejor forma, ha sido la mejor carrera en cuanto a regularidad junto con La Roda. Desde ese primer kilómetro y hasta el 8 todos los pasé entre 4:34 y 4:36 clavados. Vamos, como un reloj. El kilómetro 9 se me fue un poco (4:45), pero el último lo solucioné, apretando y realizándolo en 4:20. La llegada era mágica, en una plataforma sobre el agua en plena ciudad de las artes y las ciencias, con música de fondo. Total, que el tiempo realizado fue de 45:43, a 4:34 min/km de media, mi segunda mejor marca en la distancia. Quedé el 750 más o menos de más de 4500. Muy buen sabor de boca, a pesar de que si hubiera entrenado un poco más podría haber bajado los 45 minutos. La carrera se prestaba a ello tanto por temperatura como por perfil. Contento. Ahora sólo quedaba esperar a las chicas. Pronto, muy pronto llegó Alicia, en 51 minutos a 5:10. Impresionante. Muy buena carrera de Alicia con la escasa experiencia que tiene en las carreras. Juntos esperamos a mi mujer y cuñada (Susana y M! Mar) detrás de las vallas. Al poco de pasar la hora las vimos llegar, Susana muy emocionada, lo que me emocionó a mí. La tensión de la semana, la llegada mágica sobre el agua, su primera carrera de 10 kilómetros y la música de Adele de fondo hicieron que estallara de emoción. Nos recuperamos del esfuerzo y fuimos al hotel a ducharnos para poder esperar la llegada de los maratonianos.

¡¡Ay la Maratón!! Esfuerzo sobrehumano, dolor, sufrimiento... lo de siempre. Actualmente estoy leyendo el libro de Haruki Murakami, titulado "De qué hablo cuando hablo de correr". El prólogo se titula: "El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional". Creo que lo resume perfectamente. Llegamos a la contrameta justo a las 2:30, cuando pensábamos que restaba poco para la llegada de Patri. Y efectivamente así fue. Exactamente en 2:37 llegó el gran Patri, batiendo su marca de Madrid, a pesar de tener problemas digestivos a lo largo del recorrido. Con esos problemas consiguió pasar del puesto 54 en el paso por el kilómetro 10 a llegar al final en el puesto 40. Sí, sí, el puesto 40 de casi 6000 llegados. En el caso de Mariano, éste iba a intentar bajar de 3 horas y, preferiblemente, bajar de 2:56 que es su marca de Castellón el pasado año. Yo iba contando los minutos en mi reloj cuando lo vemos pasar por contramete. Pego un grito que me quedo sin voz: ¡¡¡Venga Mariano!!! Y aún así no me oye. El último sprint y 2:54, entrando además en el puesto 255. Un marcón muy difícil de superar. Aunque ambos llegaron cansados ante ese sobreesfuerzo, Mariano tuvo un pequeño momento de bajón que pronto se fue y que -gracias a la gran comilona que nos metimos- superó.

Quedamos muy contentos, pues, de la experiencia de Valencia. Todos batimos nuestras marcas, ya sea en 10 kms o en la maratón, mi mujer vivió un momento emocionante en la llegada, aprovechamos el fin de semana y compartimos de nuevo momentos atléticos y de otro tipo con grandes amigos ¿Qué más pedir?

Desde entonces, en estas dos semanas, lo más reseñable es la cena del club del día 2 de diciembre. Gran ambiente, muchos amigos y compañeros. Pero lo más importante es dar las gracias a todos los componentes del club por el reconocimiento que nos hicieron a Manolo y a mí (en forma de trofeo), tras haber dejado la junta directiva por asuntos profesionales. Muy emocionante. Pero además pudimos "alargar" la cena hasta altas horas, disfrutando de un fin de temporada memorable y difícil de repetir: segunda clasificación por equipos y cuatro podiums individuales en la clasificación general, senior masculino, y veterano A (efectivamente hablamos de Patri, Gato y Diego).

En estos 17 días que han pasado desde la carrera de Valencia sólo he salido a correr 4 días. Sólo salí un día la semana después de Valencia (10 kilómetros). La semana pasada salí el miércoles 11 kilómetros con cambios de ritmo, el domingo otros 11 kilómetros en progresivo con los últimos 4 kilómetros a 4:40 min/km de media. Ahora me toca ponerme las pilas, pues la media maratón de Santa Pola está a la vuelta de la esquina (algo más de 6 semana). Hoy he salido a correr 12,5 kilómetros en 1:02, con gran parte del recorrido debajo de 5 min/m. Espero salir dos o tres días más esta semana. Y a partir de ahora y hasta el 21 de enero 4 días por semana, entre 40 y 50 kilómetros. Y esto se engarza con el principio de la entrada. Espero poder tomarme algunas salidas nocturnas para correr un poco más tranquilo, porque hasta ahora me doy un poco de caña de más... ya os contaré.