Pues eso: parece que ha nevado hoy en Chinchilla, y además de manera copiosa por momentos. Al final de la tarde un manto blanco cubría la población mientras caían los últimos copos, al menos hasta ahora las 20:15. Seguro que esta noche y mañana caerá algo más de nieve. Con este tiempo menos mal que salimos ayer, así podemos estar tranquilitos en el brasero estas dos noches. Al menos yo. Hasta el sábado dejaré descansar las piernas, ya que entre el sábado pasado y este miércoles (5 días) he hecho 50 kilómetros, y necesito que los músculos asimilen el trabajo realizado. Un trabajo en el que hemos incluido tiradas largas, trotecillos y fartlek.
Ayer salimos unos cuantos a correr un trotecillo nocturno de 12 kms, donde se incluía dos subidas hasta la mitad del mortirolo, y algunas vueltecillas por las calles chinchillanas. Salimos Manolo, Andrés, Remo, Juan, Pedro, Antonio y yo. Fuimos a ritmo tranquilo (6:10 más o menos), y después pegamos un pequeño acelerón. Miento. A falta de dos kilómetros subí yo el ritmo y me quedé solo (sorprendentemente, pues pensaba que Manolo me seguía), y a 500 metros de llegar a la plaza veo, cual cuádriga tirada por poderosos corceles, que me adelantan 4 atletas, 2 de ellos de la élite, y otros 2 con aspiraciones a formar parte de ella, con respiración animada, y el ruidito de las zapatillas golpeando el asfalto tras la subida al mortirolo. Finalizamos con un sprint que lanzó Remo en la última recta de la subida a la plaza (habitual), y como gotitas fuimos llegando el resto. Un buen entrenamiento (no va a ser siempre fartlek o ritmos endiablados). Hay que coger kilómetros para la marathon.
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