Objetivo cumplido... ahora a descansar

Eran las 17:00 en la Plaza de La Mancha cuando estábamos decidiendo cómo nos repartiríamos en los coches, y ya intuíamos que la cosa no iría como hacía unos días pensábamos. Aproximadamente 36-38 grados de temperatura, y además con bajas importantes en el club. Recordamos que para el Circuito de la Diputación de Albacete sólo puntúan los equipos que acaben al menos con ocho atletas (eso lo cumplíamos), y cuentan los ocho primeros puestos del equipo. Ahí flojeábamos pues las bajas obligaban a que algunos que no estamos acostumbrados a ese TopOcho, íbamos a estar en él. Y por lo tanto no nos podíamos dormir, y había que darlo todo para no quedar muy por debajo.

Hicimos el camino hacia Caudete, una hora de coche y cerca de 95 kms. Según llegamos, las 18:00 horas, descubrimos que las temperaturas no habían descendido. Fuimos a por el dorsal ya equipados. Una vez todo puesto calentamos, echamos la última meadita y esperamos a que acabara la prueba de los chiquillos (¡qué gusto da verlos correr tan pequeños!). Nos colocamos debajo del arco de meta y a las 19:00 sonó el disparo de salida. La carrera consiste en dos vueltas a un circuito urbano desigual, pues la primera vuelta es un poco más larga ya que nos daban una pequeña vuelta previa de unos 600-700 metros. En cuanto a los aproximadamente 4,6 kms comunes, eran básicamente 2 kilómetros de subida, dos de bajada y los últimos 600 metros picando hacia arriba de camino a la meta. Esos primeros dos kilómetros de subida comenzaban con un falso llano hacia arriba hasta que cogías la subida hacia la Iglesia. Una subida dividida en dos partes con un llano de 150 metros en medio. Cuando terminabas la subida sabías que te quedaban dos kilómetros picando hacia abajo y que después esos 600 metros de llegada a meta era "sólo" apretar los dientes. La organización tuvo varios fallitos a resolver en la próxima edición. En primer lugar el agua estaba muy caliente, casi ardiendo. Por lo cual, te lo echabas en la cara y casi te quemaba. Además puso el primer avituallamiento sólo en la derecha, por lo que yo que iba por la izquierda me lo salté sin darme cuenta, por lo que hasta el kilómetro cuatro no pude beber nada y perdí un poco de fuelle. En líneas generales bien.

El objetivo antes de comenzar era hacer 47 minutos y pico. Sea el pico que sea. Pero en el arco de meta me di cuenta que con el calor que hacía iba a ser difícil. Mi compañero en esta carrera, como en Tarazona y La Gineta, fue Pablo, al que fui convenciendo en el coche que podríamos hacerlo pese a sus molestias en la pierna. Comenzamos muy rápido. Los tres primeros kilómetros, básicamente de subida, los clavamos en 13:55, es decir a 4:37 aproximadamente. Curiosamente la bajada la hicimos a 4:50. Claramente bajamos el ritmo debido al abrumador calor. Pasamos el kilómetro 5 en 23:35. Entre el 5-8 seguimos con la pájara del calor, lo hicimos en 15 minutos. Sé que había subida, pero el cansancio hacía mella. Sin embargo despertamos de nuestro letargo en el kilómetro 8. Había kilómetro y medio picando hacia abajo, y los últimos 600 metros era la llegada a meta. Así que no quedaba otra: a dejarnos el aliento. Hicimos esos kilómetros más o menos a 4:30-4:35. Resultado: 47:39 en tiempo real, unos segundos más en tiempo oficial y una media de 4:46 min/km. Objetivo cumplido... pero con mucho esfuerzo. El resto del equipo fue acusando también el calor. Mariano hizo 39 minutos, Remo 40:45, José Ángel 41 raspados (se paró sin darse cuenta unos metros antes de meta al confundirse con la alfombra), Manoli y Curro hicieron 47 minutos, a unos segundos llegamos Pablo y yo. Juan Ramón Calonge cerró el TopOcho a unos 35 segundos de nosotros. Después, con 50 minutos, llegaron Masi, Andrés y Pedran. Cerrando la participación de los nuestros llegaron Aquilino y Paco Abad con 55 minutos.

Esta semana toca descansar de cara a la preparación para la marathon. El lunes 31 de agosto me doy un masaje con Javi y el día 1 de septiembre comienzo de nuevo el apasionante y difícil viaje pre-marathoniano. Lisboa nos espera, y el asfalto y tierra de Chinchilla y Albacete serán nuestros campos de prueba.