Con esta tirada larga de casi 18 kilómetros, 1 hora 38 minutos con distintos desniveles (204 metros acumulados positivos) y un promedio de 5:33 min/km, cierro un ciclo de dos semanas donde he zapateado 91 kilómetros y he recuperado un poco las directrices de entrenamiento. Desde el 1 de febrero al 15 de marzo tuve un mes y medio caótico, con apenas dos salidas a la semana, 20-25 kilómetros en total, y centradas las dos en cuestas y cambios de ritmo. Pero nada de tiradas largas, ni de rodajes ni nada por el estilo. Era un entrenamiento evidentemente con carencias. En esta semana he realizado tres sesiones, un rodaje de 10 kilómetros a ritmo vivo, una sesión de series cortas y otra de tirada larga (42 kilómetros en total). Espero esta semana seguir con la misma tónica, pero con cuatro sesiones, de cara a bjar la intensidad en la próxima semana, ya que el domingo se disputa la media maratón de La Roda. La idea es bajar algunos segundos de la marca de Villarrobledo (1:43:15) y -si se da bien el día, hace buena temperatura, y no tengo problemas físicos- bajar de 1:42, aunque va a ser difícil. Pero fallo en una cosa: la pérdida de peso. Ni un kilo que pierdo. Es increible... 91 kilómetros en dos semanas y encima gano medio kilo...
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