sábado, 27 de marzo de 2010

Entrenamiento de series cortas truncado por el viento


La idea que llevaba cuando salí a correr no era exactamente lo que aparece en el gráfico. Y es que el tema es que me levanté con ganas de hacer series, así que me desperté temprano para terminar todas las tareas pendientes, de cara a salir a entrenar a las 12:00-12:15 de la mañana. Terminé la reseña del libro de mi amigo y compañero postdoctoral, Juan Antonio Inarejos, y me puse las mallas, la camiseta térmica, el polar y las zapatillas. Cuando salí encendí el GPS y ya pude comprobar que el día no iba a salir según lo previsto. Un fuerte viento me venía de cara y justo en sentido contrario a la recta donde quería hacer las series de 500. La idea era bajar al polígono industrial y después hacer 8x500 y volver al pueblo. Primera equivocación... que hasta llegar a esa famosa recta había, ni más ni menos que 5 kilómetros... por lo que era un poco más que un calentamiento. Esa parte del trote la hice con Paqués, con quien me encontré al principio del entrenamiento. Después él se volvió al pueblo y yo "intenté" iniciar mi programa de repeticiones. El fuerte aire en contra provocó que la primera serie fuera mucho más sufrida de lo conveniente. Además la velocidad salió demasiado fuerte, a menos de 4 min/km en ese primer quinientos. La segunda repetición ya salió un poco más lenta, a 4:15 min/km y también sufriendo mucho. La tercera me sale a 4:05-4:10 min/km con mucho esfuerzo. Vi que era demasiado, que luchar contra ese viento iba a poder conmigo, así que busqué un recta transversal, donde el viento me iba a venir de costado. La recta era de 200 metros. La idea era hacer unas cinco series de 200 y después terminar con otras tres de 500, por lo que el entrenamiento quedaría 3x500 + 5x200 + 3x500. Finalmente suprimí las últimas de quinientos porque también me pasé en el ritmo de las más cortas, casi todas por debajo de 3:30. El ácido láctico lo tenía por las nubes... y tenía que volver.
Y la vuelta creo que fue lo peor... más de 5 kilómetros de subida continua hasta el pueblo, como se aprecia en el perfil y con las piernas pesadas por el lactato. Iba subiendo, y subiendo, rampa tras rampa, con la cabeza agachada... y aún así pude apretar en el último kilómetro, llegando los últimos 300-400 metros al ritmo de 4min/km. Al final salió un entrenamiento de 14,250 kms. Demasiados kilómetros, muy pocas series cortas y demasiado rápidas... el viento truncó mi entrenamiento... pero también mi mala cabeza. En todo caso al final quedé contento... pero con mucha fatiga en las piernas. Después del descanso de la noche hoy me he levantado más fresco... ya voy notando una mejoría importante: las recuperaciones después de intensos esfuerzos son más rápidas y efectivas.

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