lunes, 5 de abril de 2010

Una tirada larga a ritmo endiablado... o lo que es lo mismo, salir a correr con Gato


Francisco José García Martínez, o como lo llamamos habitualmente: Gato. Este gran atleta (y mejor persona) que en la foto de la izquierda aparece en el medio, decidió el domingo 4 de abril salir a rodar en una tirada larga con Antonio y conmigo. La tirada larga no iba a ser excesiva (16 kms), y tenía que ser en progresivo. La idea primera era salir los 8 primeros kilómetros entre 6:10-5:50 min/km, a trote gorrinero. Después, en los 8 últimos, ir acelerando poco a poco hasta llegar en los últimos kilómetros al ritmo de competición de la media maratón (4:50 min/km) e incluso por debajo. No fue así exactamente... y no por culpa de nuestro compañero que con su potente zancada y su piel tan morena, cada vez se parece más a Said Aouita. Si hubieramos ido más lento... él hubiera bajado el ritmo... pero es que un tío como él, que hace unas semanas acabó una media maratón en 1:20, llevarlo a 6 min/km es como hacerme a mí que vaya andando. Así que sin darnos cuenta íbamos un poquitín más rápido de lo acordado. Con todo, los primeros 8 kilómetros los hicimos en 43 minutos (5:23 min/km), a pesar de que los dos primeros salimos en 12 minutos. En los ocho de vuelta comenzó poco a poco el galope a toque de trompeta. Del 8 al 12 prácticamente fuimos entre 5:05-5:10 min/km, y en el 12 di yo el famoso toque de campana de la última vuelta. Desde el km 12 hasta el 14,5 fuimos en torno a 4:35-4:45 min/km. Cuando faltaba ese kilómetro y medio esperamos unos segundillos a que nos pillara Antonio, un poco más retrasado (10-15 metros) porque le había dado el flato, y volvimos a acelerar en progresivo, hasta hacer los últimos 500 metros desde 4:30-4:00 min/km.
La media de velocidad nos salió a 5:10 min/km, con un tiempo total de 1:22:58, haciendo los últimos 8 kilómetros por debajo de 5min/km, aunque maquillados por esos cuatro kilómetros finales. No está mal, sobre todo teniendo en cuenta que la noche anterior, desde las 20:00 cuando empezo el Barça, hasta las 3:00 de la madrugada que me acosté, me metí entre pecho y espalda tres tercios de Heineken, casi una botella de vino rosado de los Aljibes bien fresco (pedimos dos botellas para tres personas, y una de ellas -mi esposa- apenas bebe nada), y dos cubatas de ron con naranja que -por cierto- eran de garrafón. Total, que con 5 horas de sueño y todo ese alcohol en vena, más la copiosa cena, y el kilete que me he echado encima en Semana Santa... ¿Qué más puedo pedir en 16 kms?

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