Muchas cosas han pasado desde que escribí la última entrada. Tras haber conseguido por p
rimera vez en mi vida deportiva bajar de 1:40 en la media maratón de La Roda, la semana siguiente (4-10 abril) salí a entrenar tres veces de 10 kilómetros, metiendo en todas ellas algún elemento de calidad. La siguiente semana (11-17 abril) era en la que íbamos una expedición de chinchillan@s a hacer la maratón y los 10 kilómetros a Madrid. Por los continuos parones en los entrenamientos yo me decanté por la prueba pequeña y acompañar con mis ánimos a los valientes que iban a retar a Filípides. La semana comenzó mal, pues el lunes salí a hacer series y -después de que me salieran bastante rápidas- noté un flato fuerte pero continué corriendo. Lo hice mal, pues aguanté más de 10 minutos con ese flato y lo pagué. Me hice un pequeño desgarro en los músculos intercostales y tuve que hacer reposo el resto de semana hasta la cita del domingo en Madrid. Estuve con antiinflamatorios y parece que funcionó.
rimera vez en mi vida deportiva bajar de 1:40 en la media maratón de La Roda, la semana siguiente (4-10 abril) salí a entrenar tres veces de 10 kilómetros, metiendo en todas ellas algún elemento de calidad. La siguiente semana (11-17 abril) era en la que íbamos una expedición de chinchillan@s a hacer la maratón y los 10 kilómetros a Madrid. Por los continuos parones en los entrenamientos yo me decanté por la prueba pequeña y acompañar con mis ánimos a los valientes que iban a retar a Filípides. La semana comenzó mal, pues el lunes salí a hacer series y -después de que me salieran bastante rápidas- noté un flato fuerte pero continué corriendo. Lo hice mal, pues aguanté más de 10 minutos con ese flato y lo pagué. Me hice un pequeño desgarro en los músculos intercostales y tuve que hacer reposo el resto de semana hasta la cita del domingo en Madrid. Estuve con antiinflamatorios y parece que funcionó.
El MAPOMA es una excepcional -y dura- carrera. La expedición chinchillana salimos en un microbús que alquilamos para ello, y volvimos con el 30º clasificado de la general del maratón (de 8.600 llegados) y el 11º español, un tal Patricio García Jiménez, natural del Villar de Chinchilla... al menos eso dijo el speaker mientras entraba en meta, tras las cuatro primeras mujeres que entraron en meta (todas ellas keniatas). Aunque Patri, si se pinta de negro, lo mismo parece que viene de Nairobi o de Addis Abeba. Salimos a las 8:00 de Chinchilla y pasamos cerca de las 8:15 por Albacete a recoger a José Ángel y Francis. Fuimos 18 personas en total: Patricio padre e hijo, Mariano, Alicia, Diego, Patricia, Cuevas, Mónica, Rafa, Antonia, Paqués, el Multi, Jose, María del Mar, José Ángel, Francis, Susana y Cosme. Llegamos cerca de las 12:00 al Hotel Convención y nos llevamos la primera sorpresa al encontrarnos en ese hotel a todos los de la élite, a Kiprob, a Kirui... nadie pesaba más de 50 kilos. Impresionante. Fuimos a recoger los dorsales a la Casa de Campo y a comer por la zona de Chueca. Fuimos a un restaurante italiano llamado Nabucco, pero al que bautizamos como "Trabuco", donde nos inflamos a hidratos, y algunos pidieron unos chuletones
XXL. Después de un paseo por la calle Montera fuimos a descansar un ratillo al hotel. Por la noche nos dividimos en grupetos por algunos compromisos con amigos que vivían en Madrid. Unos cuantos nos fuimos a ver la salida de la carrera y ver la llegada (el Parque del Retiro) para marcar territorio. Fue una odisea encontrar sitio para cenar y ver el fútbol en la zona donde estábamos. Nunca he visto tantos bares juntos sin televisión. Finalmente picamos un poco en un bar cercano al hotel y vimos el soso partido del Madrid-Barça.
Pero lo bueno comenzó el domingo. A las 6:30 ya estaban los máquinas desayunando en el hotel. Yo bajé 15 minutos más tarde sin mucho ánimo de tragar, y con más sueño que hambre. A las 7:45 salíamos del hall hacia la salida en autobuses que puso la organización. La salida de los 10 kilómetros era paralela al de la maratón, pero no por eso se crearon problemas de espacio, pues el lugar de salida, la Castellana, era lo suficientemente amplia para recoger esa gran serpiente de corredores. Patri, Mariano y Diego se colocaron delante en el arco de la maratón, como Cuevas y yo en el de 10 kms. Cuevas y yo nos
ra hicieron María del Mar y Francis (3.000 de la general. Todo ello con 4.200 personas llegadas a meta. Sorprendente que con 45 minutos quede casi en el 10% de la carrera, el 485 de 4.200. Batí mi marca de 10 kms por lo que estoy contento. Los primeros kilómetros picando para arriba fui a un ritmo de 4:35-4:40 y los kilómetros que picaban para abajo entre 4:20-4:25. No me dolió el costado gracias al reposo y al antiinflamatorio. Lo peor de la carrera, para recoger la bolsa donde habíamos dejado las chaquetas del chandal. Una hora de espera, con apreturas. Una vergüenza, que me hizo perderme la llegada de los primeros y por unos segundos la de Patri.La maratón es lo importante. Es una maratón dura, de las más duras de España. Son 5 kilómetros de subida suave, 20 kilóm
Esta semana pasada estuve en Calpe de vacaciones. He salido a correr cuatro veces, dos de ellas con mi mujer y mi cuñada (6,5 kilómetros cada una) a un ritmo suave. Las otras dos han sido de 10 kilómetros cada una y dándome un poco de caña, con series de 400, cuestas y algún ritmo controlado. Hoy saldré otra vez. Desde La Roda he corrido menos de lo que quisiera, pero me encuentro bien. No me e
4 comentarios:
Que bonita experiencia esa de viajar en equipo, da una muestra de compañerismo que seguro que ayuda a que cada uno afronte sus retos particulares.
Lo cierto es que sí. El fantástico ambiente que se vive en equipo es impresionante y un gran aliciente.
Mis más sinceras felicitaciones a todos. Unos tiempos excepcionales. Llevaba días esperando la crónica, veo que te lo has tomado con calma y que incluso has disfrutado de unos días de vacaciones. Suerte, no todos podemos decir lo mismo, ya sabes que en Francia no hay semana santa.
Lo dicho, enhorabuena.
Me encanta vuestro ambiente, qué envidia. Espero encontraros algún día detrás de la línea de salida, ¿Donostia? Hala izan dadin! que se dice allí, es decir: que así sea!
Un abrazo,
Álvaro.
Este año me he quedado con las ganas de hacer el 10.000. A ver si el próximo puedo ir.
Saludos
Publicar un comentario