Ya he empezado a rodar... a ver lo que duro

Estar en el sofá, en tu brasero, comiendo turrón de chocolate, viendo peliculillas y olvidándote del trabajo y los problemas dirarios, la verdad es que no está tan mal. De hecho, podíamos definirlo como una sensación bastante agradable. Sin embargo, cuando vas a tu diario de entrenamiento y ves esos huecos en el calendario, la cosa cambia... es más, cuando te pones en la tan temible báscula y ves que has recuperado dos kilillos de peso... la cosa no es tan agradable. Es lo que tiene estar picado por el veneno del runner. Y es que cuando te pica, pues te pica, y algunas situaciones que a la gente que no está envenenada (o al menos no tanto) no les importa, pues a ti te parece un mundo. El hecho es que, desobedeciendo las indicaciones del amigo Remo (quien por cierto me acaba de amenazar por teléfono de dejarme atrás en el próximo rodaje como escarmiento), corrí la carrera del Pavo del 24 de diciembre. Salí a correr con mi cuñada despacico, a 6:20 más o menos. La cuestión es que las sensaciones no fueron nada buenas. Pese a ir tranquilo mis piernas no respondían. Y es una cosa más que normal, pues estuve 4 días con fiebre en cama sin poder apenas moverme por la casa. No podía pretender, y estando todavía con un fuerte trancazo, poner mi cuerpo a tope, por muy poco que parezcan esos 5,5 kilómetros. Decidí descansar un par de días a ver si terminaba de curarme.

Sin estar todavía recuperado hoy he salido con el presi, Manolo, a rodar durante 11 kilómetros por un recorrido de subidas y bajadas poco pronunciadas. Hemos ido tranquilos, y aunque las sensaciones han sido malas al principio, a partir de la media hora de rodaje he empezado a sentirme mejor. A ver lo que dura. Si no pasa nada, mañana saldremos a hacer una tirada larga de en torno a 16 kilómetros. Creo que es un buen test para ver cómo va mi cuerpo de cara a la San Silvestre del 31 de diciembre en Albacete. Evidentemente ya he bajado mis pretensiones. Soy realista. No podré hacer a 4:35-4:40 como quería. Pero a ver si puedo bajar de 5:00 el kilómetro. Ahora lo más importante, yendo a objetivos cortos, es la media marathon de Santa Pola. El objetivo de 1:46 puede ser factible si vuelvo a coger ese puntillo que tenía cuando regresé de París el 15 de diciembre. Ya he empezado a rodar... a ver lo que duro, y si me respeta el resfriado.

Los temibles resfriados

Aún estoy tosiendo en mi sofá según voy escribiendo estas palabras. En mi mente no me podía imaginar que una cadena de resfriados a lo largo de dos meses me haya dejado casi en el dique seco, con casi tanta virulencia como una lesión. Desde aproximadamente el 20 de octubre voy arrastrando varios resfriados que comencé en París, y que he ido atrayendo hasta Chinchilla, minando poco a poco el número de kilómetros a la semana. Al principio parecían poco más que un dolor de garganta. Sin embargo estos últimos tres días han ido evolucionando a un estado de fiebre y una continua y cansina tos. Una situación que me ha obstaculizado el comienzo de la preparación para la San Silvestre, la Media Marathon de Santa Pola del 18 de enero y, sobre todo, la Marathon de París del 5 de abril.

Esto es una advertencia para todos los runners. Creemos que somos de acero, que somos ironman, pero al final esos bichitos (virus o bacterias), no diferencian si has hecho más o menos series, si has hecho fartlek, rodajes largos o sesiones de fuerza. Hay que cuidarse porque por estos descuidos uno puede perder una forma trabajada durante meses.

Con la mente puesta en la recuperación, el miércoles 24 de diciembre haré la Carrera del Pavo de Chinchilla, que recomiendo a todos los que puedan hacerla, y comenzaré poco a poco a subir kilómetros y a hacer rodajes largos. A ver si de esta forma voy comenzando la puesta a punto. Hay que limpiar un poco el motor de polvorilla y empezar a hacerlo rodar.

Wanjiru y Kebede: las jóvenes bestias del marathon

Samuel Kamau Wanjiru y Tsegaye Kebede se presentan actualmente como los jóvenes con más proyección en la marathon. El primero, con 22 años, y el segundo, con 21, han conseguido ya en varias ocasiones acabar los 42.195 metros de esta prueba atlética en 2:06. El primero, además, es campeón olímpico en Beijing 2008 batiendo en 3 minutos (2:06:32) la marca de 2:09:21 que realizó el portugués Carlos Lopes en las olimpiadas de 1984. Wanjiru, que ya empezó a correr a nivel casi profesional con 15 años, consiguió romper el record de la media marathon de Tergat el 11 de septiembre de 2005 en Rotterdam con sólo 18 años de edad y con el increíble tiempo de 59:16. Año y medio después (17 de marzo de 2007) consiguió batir la marca de Haile Gebreselassie en la misma distancia con un crono de 58:33. Este monstruo keniata debutó en la marathon en Japón, la famosa Fukuoka de 2007, ganándola de forma imprevisible con un crono de 2:06:39. En 2008, además de la medalla de oro, también ha conseguido bajar el tiempo de 2:06 en la marathon de Londres.

En el caso del etiope Kebede, con 21 años de edad, consiguió la importante marca de 2:06:40 en la marathon de París de 2008 (una carrera que por cierto nos espera al Club de Atletismo Chinchilla), y conquistó la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Beijing´08. En su tercera marathon del año, en la Fukuoka del 7 de diciembre de 2008, alcanzó la meta con un tiempazo de 2:06:10, cubriendo la segunda media marathon en 1:02:38 (¡!).

Ya hemos hablado de Bekele y Gebre, pero el hecho de que dos personas tan jóvenes estén arrasando en las principales pruebas de marathon está resultando un acontecimiento nuevo en esta distancia, muy acostumbrada a ser una alternativa a los 10.000 cuando se alcanzaba la edad de 30 años. Esperemos que esta novedad traiga como consecuencia una rebaja de los tiempos del marathon, y veamos más pronto que tarde, que se rompa esa famosa barrera de las dos horas.

Entrenamiento finales de verano y otoño

Gracias al programa traininglog de runner he podido elaborar este gráfico con los entrenamientos personales que he realizado desde finales del verano y otoño. Esto lo he hecho de manera retrospectiva con los rodajes que había apuntado y otros que tenía grabados. En total, y todo de forma aproximada, he ido rondando los 140 km al mes contando los días de competición. Una puesta a punto que tiene que dar como resultado el poder ir subiendo kilometraje a medida que avance el mes de diciembre de cara a la preparación de la maratón de París. Una preparación en la que habrá que ir subiendo progresivamente de los 200 kilómetros de enero a los 300 kilómetros del mes de marzo.

Ya estamos casi en la preparación y hay que ir planteándose muchas cosas ¿Cuándo hacer las tiradas largas? ¿Dónde? ¿Nos servirán los recorridos rompepiernas y de cuestas de Chinchilla, o habrá que buscarse de vez en cuando el llano? Son muchos los interrogantes que iremos despejando poco a poco. Lo primero es la voluntad, que creo que tenemos todos, de que vamos a ir a conseguirlo. Como dicen por ahí... "correr es de cobardes, pero maricón el último".

¿Gebreselassie o Bekele?

¿Grebreselassie o Bekele?

Sin duda estamos hablando de los actuales protagonistas en la élite de las carreras de fondo. El primero, Haile Gebreselassie, campeón de 5.000 y de 10.000, pasado plusmarquista mundial de dichas marcas, y actual recordman de marathon con la impresionante marca de 2:03:59 (¿Es posible?). El segundo, presente campeón olímpico y mundial de 5.000 y 10.000, y el que está llamado en un futuro a rebajar la estratosférica marca en marathon de su compatriota. Ambos de nacionalidad etiope, han arrasado tanto en cross como en pista olímpica. Y por ahora el primero, Gebre, lo está haciendo sobre asfalto. En primer lugar batiendo el record de media marathon, dejándolo en 00:58:55, y después subiendo al marathon y rompiendo por dos veces la barrera de las dos horas y cinco minutos que parecía "sobrehumana".

Sin embargo Bekele a lo largo de estos últimos 5 años, y desde que batiera al propio Gebreselassie en los campeonatos del mundo de París de 2003, ha ido superando los records de Haile. El gran sprint final y su constante ritmo de carrera lo ha llevado a lo más alto de las pruebas de fondo en pista y de cross. Pero ¿Conseguirá batir a su compatriota cuando pase al asfalto? Bekele tiene 26 años y quizás todavía está pensando en volver a ganar los 10.000, pero sin duda su mente está en la maratón. La famosa barrera de las dos horas parece difícil de romper, pero no imposible. En principio, y sólo hace unos días, ha probado con los 15 kms en asfalto donde quedó tercero. Está preparando el cambio de modalidad. Hay que recordar que al propio Gebre, le costó un tiempo de adaptación. Sin olvidar en este duelo al keniata Wanjiru, que con 21 años consiguió la increible marca de 2:06 en la maratón olímpica de Beijing. El combate está preparado. ¿Nos volverán a sorprender estos atletas?