Esta semana he vuelto a recuperar un buen pico de kilómetros. Desde la media marathon de Santa Pola que -al ser una competición- tuve que bajar esa semana a 40,5 kilómetros, he ido recuperando poco a poco, hasta ese pico que he alcanzado esta semana (55,6) y que es muy semejante al que hice la semana anterior a dicha media, y en la que hice 56,4. Siguiendo el plan que ya he comentado de la revista Runner´s World esta semana la he dividido en dos rodajes de 70 y 75 minutos (12 kms y 13,7 respectivamente), una sesión de calidad de series de 2000 (todas éstas seguidas de abdominales, dorsales, etc.), y una tirada larga de 1:49:30 que nos ha salido en torno a 19.8 kms-20 kms y 5:30 de media, según la medición de google earth. Total, una muy buena semana (¡¡ojalá pudieran ser todas con los mismos kilómetros!!) , que ha tenido de todo.
En fin, calentando los motores para tenerlos listos en las calles parisinas. Ojalá nos haga el 5 de abril un día como hoy. Ha sido frío, es cierto, pero al menos ha salido el sol. Creo que desde octubre no había visto un sol como el de hoy. Si bien es verdad que en la sombra el aire venía fresco, en el sol y corriendo se estaba bien. Ya sabemos cómo se las gasta el clima en París, y abril puede ser tan impredecible, que cualquiera se atreve a augurar un tiempo u otro. Lo mismo nos hace 20 grados con calor (húmedo), que estamos a 0 o -1 grados, con bruma, lluvia o aguanieve. Al meno que nuestras piernas nos respondan, porque el clima no lo podemos controlar. Hoy he notado un pequeño pinchazo en el tendón de aquiles que a lo largo de la tarde ha ido desapareciendo. Esta noche y el lunes toca reposo hasta el martes, esperando que quede ese pinchazo en un susto...
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