Como he puesto en la entrada anterior, mañana domingo voy a intentar atacar mi marca de 1:46 en la media marathon de Villarrobledo. La casualidad ha hecho que este sábado, a partir de las 14:30, se celebre el medio maratón de La Haya, con el concurso estelar de Haile Gebrselassie, en categoría masculina, y de la keniana Catherine Ndereba, en la femenina. Haile tiene en mente el asaltar el récord del mundo de medio maratíon, de 58:33, en poder de Samuel Wanjiru desde el 17 de marzo de 2007. Gebre contará con el concurso y la oposición del keniano Patrick Makau, quien ha corrido la distancia en 1:00:08, el pasado 20 de febrero en Ras Al Khaimah, y es el atleta más rápido el año sobre 21,097 kilómetros. Gebreselassie, por su parte, ostenta su mejor marca en la distancia de 58:55, lograda el 15 de enero de 2006 en Phoenix (Arizona).
Este etiope, para mí el mejor atleta de fondo de todos los tiempos hasta la fecha, tiene una táctica que deberíamos copiar algunos. En primer lugar, compite muy pocas veces al año. Lo hace en pruebas muy señaladas donde puede sacar buenas marcas. Y en segundo lugar, corre a ritmos constantes, con pocos acelerones. Ésa es la clave de su éxito. Quizás no tiene un esprint de 400 metros tan bueno como Bekele, pero su ritmo constante fuerte, debajo de 3:00min/km durante 42 kms es impresionante. Recordamos que su record de marathon (2:03:59), tiene un ritmo medio de 2:56min/km, que siguió escrupulosamente durante los 42.195 metros. Impresionante.
Mañana, cuando salte al asfalto a atacar mi record de 1:46:03, aplicaré esa misma táctica. Saldré a 4:50-4:55, con la intención de mantener ese ritmo. Vale... son dos marcas diferentes, dos destinos muy dispares, dos cuerpos muy distintos... pero una gran pasión por el running muy fuerte en ambos. Una pasión tal que nos hace romper nuestras barreras, nuestras fronteras, nuestros problemas, nuestras constricciones y nuestros muros personales...
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