domingo, 31 de enero de 2010

Ayyyyyyy qué dolor!!! Pobres piernas!!!


Repito la misma imagen que el año pasado en este blog porque me parece más que significativa. En la fotografía se aprecia el gran desnivel que hay que superar en la subida a la aldea de los Villares, cuando todavía quedaban más de tres kilómetros para llegar a la meta de Elche de la Sierra, una localidad enclavada en las primeras estribaciones de la Sierra del Segura de Albacete. Además, nos quedaban unos tres kilómetros nada cómodos y para mí los peores.

El título de la entrada en este blog es la transcripción exacta de mis pensamientos cuando llegué a meta junto con Ovidio y Paco. Pero retrocedamos un par de horas. Antonio, Uge, Miguel Ángel y yo llegamos casi a las 16:00 a la recogida de dorsales. Allí nos encontramos con las máquinas: Mariano y Patri que hacían lo propio. Mariano se me acerca y me dice que está un poco enfermo, que va a salir a tope pero que siempre se le da mal la carrera... ¡¡¡Bendita enfermedad!!! Una hora justa se clavo el amigo. ¡¡¡Qué máquina!!! De Patri ya ni hablo, que con el puesto 13, a este tío le vamos a tener que poner una cláusula de rescisión que ni el Messi. José Ángel otro que tal baila, que está muy mal, que no sabe qué va a hacer... y se mete 1:05. Se nota quién está preparado para esto del running y quién (como yo) forzamos nuestro organismo a hacer algo para lo que no tenemos cuerpo. Menos mal que los hados de la naturaleza me dotaron de una eterna capacidad de sufrimiento, y yo agacho la cabeza y tiro para adelante... como los de Alicante. En fin... volvimos al coche a cambiarnos y colocarnos el dorsal en la camiseta, a echarnos las cremas en las pelotas y en los pezones (que si no estuviéramos rodeados de atletas pensaría que estamos en una peli de estas guarras, y además con sólo tíos), y a calentar durante unos breves 10 minutos antes de colocarnos en la línea de meta. Otra vez estábamos allí, un año después, comenzábamos el Circuito de Carreras Populares de Albacete en la serrana localidad de Elche de la Sierra con los 14,4 kms más incómodos de la temporada.

Esta vez no sonó el disparo. Pero aquí nadie sabe eso de "Correr es de cobardes", y más bien se utiliza otra frase popular (y un poco barriobajera) como es "maricón el último". Salimos escopetados por las calles de Elche, dimos un primer kilómetro de visita turística por el pueblo, para después bajar durante casi dos kilómetros hasta un arroyo. Ahí empezó el calvario, las duras rampas del Puerto Lope. Más de dos kilómetros de subida, coronados por otro kilómetro y medio aproximadamente de toboganes. Era insufrible, inacabables esas rampas. Tiraba de cuádriceps, de gemelos, para arriba, para arriba... no llegábamos. Cuando creíamos que terminábamos empiezan esos toboganes anteriormente citados. Pero por fin comenzamos a bajar, dos kilómetros picando para abajo que me salieron a 4:25 de media. Allí pillé a Ovidio (Obi Wan Kenobi) y a su cuñado Paco. Con ellos ya fui hasta meta. En el kilómetro nueve, justo cuando acababa la bajada, empezamos a subir otra rampa de más de medio kilómetro dura, dura. No la recordaba tan dura... esto de la memoria... que por lo visto es selectiva. Otra bajada de kilómetro y medio, la gente tirándose a tumba abierta... pues nada, a seguir. Y llegamos al kilómetro 11, el punto más bajo de la carrera. A partir de ahí sufrimiento máximo. Primero con una rampa extrema en la subida de los villares (la fotografía) de unos 400-500 metros en la que andando irías más rápido. Después algo más de 3 kilómetros de subida, con toboganes, y con los músculos ya destrozados. El final, un sprint en llano durante unos 300 metros, donde recuperas el aliento y dábamos un buen suspiro.

La actuación del equipo... pues de nuevo demostrando que son unos máquinas. Patri con 54 minutos demostrando ser un keniata que se ha pintado de blanco, Javi con 58 minutos y una espléndida forma antes de afrontar su segundo reto maratoniano en Valencia, con una hora justa entraron Diego y Mariano (este último apenas unos segundos después de Diego). ¡¡Qué decir de estos máquinas!! Diego es un portento físico que apenas entrena un poco y se pone como un toro. Y Mariano sobran las palabras... se deja hasta el último aliento en la carrera, por lo que suma a su excelente físico una garra, que ya la quisieran/quisiéramos muchos. José Ángel, cinco minutos después de ellos entraba haciendo un magnífico tiempo. Un crono que se engrandece en tanto en cuanto hace apenas un mes ha comenzado a entrenar tras el largo descanso postmaratoniano. Con 1:07 entraron otros tres máquinas: Colo, Remo y Uge, cerrando el un TopOcho de muy buen nivel. A partir de entonces ya fuimos entrando a goteos. Tomás Pastor entró con 1:09, Miguel Ángel con 1:11, Pedro con 1:12, Antonio (aunque no aparezca en el listado por olvidarse poner el chip) entró con 1:13, dos minutos después (1:15) llegamos Paco, Ovi y un servidor, seguidos muy de cerca por Juan (1:17), y cerraron la participación del club Dionisio Almendros con 1:22 y el sempiterno máquina Juan Manjavacas con 1:24, reservándose para la media maratón de Albacete, cuando él y yo salgamos con Patri y entonces daremos un golpe de mano al TopOcho del club.

Ala! Pues otro año más comenzamos a finales de enero, otra vez en Elche, y otra vez con sufrimiento. La próxima es Balazote, con muchas ausencias (entre ellas probablemente la mía, aunque eso importe poco para el topocho del club), y después un par de semanas de descanso hasta Molinicos, donde habrá que ir a sufrir de nuevo... y todo esto, como dijo Ovidio, por una candelaria...

domingo, 24 de enero de 2010

Media Maratón de Santa Pola: IMPRESIONANTE

Así acabó mi tercera aventura en Santa Pola: rodeado de gacelas y tras una buena comida en la que recuperé -sin duda- los 2.165 calorías que el gps dice que perdí en la carrera. Antes de las diez de la mañana ya nos encontramos con Mariano y Patri en las calles de esta bonita ciudad costera. Poco después llegaron la trupe de chinchillan@s dispuestos a recorrer los 21.097 metros que la organización nos hizo recorrer. Susana, María del Mar, Jose y un servidor pasamos la noche anterior en Guardamar del Segura para no madrugar en exceso el día de la carrera. También, por qué no, para pasar parte del finde en la costa alicantina. Mi intención era tomarme Santa Pola como un entrenamiento de calidad: 21 kilómetros a un ritmo algo mayor de los que suelo poner en los rodajes. La previsión era hacerla entre 1:50 y 1:55 y disfrutar un poco del paisaje de la playa y después de la gastronomía mediterránea. Todos temíamos por la meteorología. La Agencia Española de Meteorología decía que iba a llover, mucho y con viento. Sin embargo esto no ocurrió hasta las 17:00 cuando salíamos en dirección a la fría Mancha tras la buena comilona. Nos hizo un excelente día, con bastante sol, una temperatura adecuada para correr (12-14 grados) y poco o nulo viento. Una excelente meteorología para una excepcional e impresionante carrera que este año aunó a 6.800 inscritos, de los que finalizaron 6.000. Son unas cifras de mareo que muestran la calidad de la prueba a la que -año a año- van viniendo más atletas de toda la geografía española. Casi todos los que leéis este blog conocéis la carrera. Es completamente llana (el único atisbo de cuesta es de 100 metros en el kilómetro 11 y con apenas pendiente), bastante rápida porque son largas avenidas, muy animada, con mucho público, bandas de música, altavoces, y cuyo único peligro es el mental debido a esas largas rectas que se hacen casi interminables. El ganador en categoría masculina fue Erick Kibet, que además consiguió batir el record de la prueba e hizo un crono espectacular, 1:01 pelados.
Con la intención de hacer ese tiempo entre 1:50 y 1:55 salimos Multi, Juan y yo. El resto de compañeros iban a su guerra particular. Baste decir que todos ganaron. Increíbles los galgos del C.A. Chinchilla: 1:16 Patri, 1:22 Javi (aunque éste corrió como de Cuenca, ya tiene amonestación oficial por parte del club), 1:23 Mariano y 1:24 Diego. Todos ellos batieron sus respectivos registros en esta distancia. Un compañero nuevo, Juan Carlos Maeso Asunción, hizo un registro muy bueno de 1:42 en tiempo real y Pedro acompañó en su primera media maratón a Carlos y María que realizaron 2:29. Entre medias llegábamos Multi, Juan y yo en 1:47 y 1:54 respectivamente. En un principio fuimos juntos, marcamos los 5 primeros kilómetros en 5:20 min/km, y los dos siguientes a 5 min/km justos. Multi se encontraba fuerte y tiró del carro, pero Juan se sentía un poco cansado y con problemas en los gemelos. Entonces decidí quedarme con Juan, porque para hacer 1:47, que para mí no es más que repetir otros cronos del año pasado, prefería correr junto con un compañero que iba un poco peor, y disfrutar de la carrera y el llano recorrido. Poco a poco fuimos bajando el ritmo, 5:15, 5:25, 5:30 y los últimos kilómetros a 5:45. Finalizamos con 1:54 contentos pese a todo. Yo por hacerme un entrenamiento de calidad y no haber forzado, y Juan por haber acabado en el tiempo previsto pese a los problemas físicos y la baja forma por el parón navideño.
Pero como casi siempre, lo mejor vino después. Una comida de esas que te dejan más que satisfecho en lo culinario y en lo personal. Lo pasamos bien, comimos más de lo que aconsejan, bebimos y nos reímos. Recordamos hazañas en esto del running, seguimos todos boquiabiertos con los cronos que hace Patri y con la mejora que día a día demuestran Mariano y Diego. Aunque eso sí, en esta carrera no hubo clase media: élite y mantas. Pero todos nos igualamos comiendo y riendo, que es lo importante ¿Qué más queremos? Bueno... siempre se puede pedir algo más... pero en este caso quedamos contentos. Una buena comida cerró un día atlético para recorar: correr junto a 6.000 personas al nivel del mar, con una temperatura envidiable, y después me obsequian con una camiseta, una toalla, una mochila, un trofeo, frutas, bebidas, barritas, dulces... ¡¡¡Qué pedazo de entrenamiento!!!

jueves, 7 de enero de 2010

Año nuevo, retos nuevos, instrumentos nuevos...


Escribo esta corta entrada para aquéllos que ya pensabáis que había dejado esto del running, pues llevaba exactamente 4 semanas sin dar señales de vida. He descansado, he reflexionado y con la cabeza fría he hecho repaso del año y perspectivas para los próximos 365 días. El año 2010 ha entrado, y por mucho que nos resistamos, al final nos proponemos muchas cosas antes de cerrar el año. Evidentemente no voy a contar todos los propósitos extra-atléticos. Pero sí rápidamente los que tienen que ver con esto de "correr". El año pasado me proponía para 2009 bajar de 1:45 en media maratón, hacer un 10kms por debajo de 46 minutos y acabar una maratón... y finalicé dos veces los 42,195 kms, (además una de esas veces por debajo de las cuatro horas), bajé por dos veces de 1:45 en media (1:41 y 1:43), y una vez de 46 minutos en un 10 kms (44:40). Tengo muy difícil superar estos retos para el 2010. ¿Qué me he propuesto? Hacer al menos una media maratón de montaña y un kilómetro vertical; bajar de 1:40 en un medio maratón, y hacer 43 minutos en un 10kms. Imprescindible para eso es bajar de peso. Me he propuesto llegar a 80 kgs (actualmente estoy en 84-85), pero con acercarme a ellos ya estaría contento. Para este año me he propuesto también llevar un entrenamiento más "ordenado". Me he propuesto dos picos de forma. El primero será para abril-mayo, y el segundo para septiembre-octubre. Entre medias, en junio descansaré. Esos dos picos de forma me exigen hacer para cada uno de los ciclos, un primer mes de fuerza-potencia-capacidad aeróbica (cuestas y rodajes); un segundo mes de potencia aeróbica (rodajes, cambios de ritmo y tiradas largas) y un tercer mes de potencia-velocidad (cambios, series, rodajes).
Nuevos instrumentos... y es que los reyes este año han sido muy generosos, y me han traído un GPS para medir cada uno de mis entrenamientos con la máxima fiabilidad. Es un GEONAUTE Keymaze 500. Tiene ventajas e inconvenientes sobre el Garmin. En principio tiene más opciones relativas a la montaña. Te mide el desnivel acumulado positivo y negativo, la velocidad de ascensión, te marca la ruta a seguir si previamente la introduces desde el google earth u otro programa parecido, además de todo lo que se le puede pedir para entrenamiento running (distancia, ritmo, velocidad, calorías, etc). Inconvenientes: no te mide la frecuencia cardiaca y tampoco tiene la opción de lap (ambas cosas lo hace el keymaze 700). No me importa, pues lo más interesante para mí es el tema de las distancia y el ritmo. Cuando lleguemos a la montaña, también el tema del desnivel. Estoy muy contento y con ganas de utilizarlo hasta extenuarlo. Medir y medir...
Bueno... de todo eso os iréis enterando. Voy calentando motores... pero sólo calentando, que no quiero griparme... abrazos a tod@s