El martes en la tarde comencé de nuevo el entrenamiento camino de Tobarra. Ese mismo día salí por la Vía Verde con mi gran amigo Álvaro Chaparro que, en su estancia manchega, ya ha compartido dos entrenamientos conmigo. Lástima que no podamos correr juntos la media de Almansa por la boda a la que tengo que asistir el sábado. Hicimos una tirada larga de 20 kilómetros y algunos metros a una media de 5:47 min/km y 1 hora y 56 minutos de duración total. Me gustó mucho esa sensación de poder estar tiempo y tiempo trotando, a ritmo tranquilo. Pero eso sí, a partir del kilómetro 17 ya se me atragantaba el trote.
Esta tarde, jueves 20 de mayo, he salido con Manolo y ha sido un trote de 8,900 kilómetros... pero más duros. Manolo, pedazo de corredor, sufridor como él solo, y con una capacidad de superación insólita, ha estado prácticamente 3 meses parado y con apenas 12 sesiones de entrenamiento ya bajo de 5 min/km en la carrera de este domingo, y con apenas un día de descanso, el martes se mete 9 kms, el miércoles 13,5 y hoy se viene conmigo a hacer cambios de ritmo. Ahí es nada. La cosa es que hemos hecho cuatro cambios de ritmo. El primero de 650 metros, el segundo de 750 metros, el tercero de 1.050 metros y el cuarto de 750. Los dos primeros los hemos hecho a una media de 3:45-3:50 min/km, como veis en la gráfica. El tercero, más largo, y con la segunda mitad picando para arriba lo hemos hecho a 4:15 min/km. Y el último, picando para abajo nos ha salido a 3:45 min/km de media, y con los últimos 200 metros a 3:30. Para mí ha sido un entrenamiento muy bueno. Ahora, el sábado un rodaje de una hora tranquilo y a la boda a mi pueblo... espero no desentrenar allí...
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