Con esta foto, gentileza de Agustín del club "Donquijote Albacete", comienzo una nueva crónica de esta bonita, espectacular y -a la vez- dura carrera. En esta instantánea voy junto a Moncho (dorsal 70) y hablando con Jose Daniel Martínez Calero (dorsal 182), miembro del Club de Valdeganga, y webmaster de la página de dicho club. Como dije en la anterior entrada, este mundo virtual es más pequeño de lo que pensamos.
La I Carrera Popular de Alcalá del Júcar "entre barrancos", celebrada el sábado 4 de septiembre de 2010, hizo honor a su nombre y a la fama que atesora esta localidad. En la "playeta" que tienen montada en este precioso pueblo a la orilla del río nos encontramos a las 18:00 con ánimos de coger el dorsal, pero al menos un servidor, con pocos ánimos de darle a las piernas. Allí me encontraba con Moncho, el Multi y Morales. Como siempre, las charlas oportunas con los que te vas encontrando cuando vas a coger el dorsal: Gato Patri, Calero, Parras, los Simarro y un largo etcétera. Terminada la charleta, tocaba colocarnos el dorsal, echarnos la vaselina por las partes más comprometidas (por los roces me refiero), y a empezar a calentar. Eso sí, todavía sin mucho ánimo.
El disparo no se hizo esperar mucho. Los rumores entre "la serpiente multicolor" es que el recorrido no era duro, que había mucho llaneo, y que sólo iba a ser fuerte una subida en el kilómetro siete y la llegada por las calles del pueblo. Pero la realidad fue más cruda. El recorrido fun un completo rompepiernas de continuas rampas que no te dejaban seguir un ritmo continuo. Hasta el kilómetro 5,5 (en el puente de Tolosa) y pese a ese rompepiernas, la altimetría era favorable. Es decir, bajamos más que subimos. Y sin embargo (como dice la canción de Sabina) no iba cómodo. Al cruzar el puente de Tolosa las tornas cambiaron, y las continuas rampas siempre tendían a subir. El kilómetro siete se presentó como la gran cuesta de la carrera, aunque la llegada al pueblo no fue menos exigente. Ese callejeo hasta la iglesia camino del kilómetro once fue la puntilla final. Mi crono fue más que discreto, 57:50 a 5:09 min/km. Pero es lo que hay... no se puede estar de fiesta en Benidorm y después pretender parecerse a Bekele. La organización estuvo bastante bien, avituallamientos suficientes y una bolsa del corredor acorde con la media del circuito. Por cierto, cuando uno de los que entregaban la bolsa le pedí la "L", me miró con cara rara de arriba a abajo y me dijo "tú necesitas la "XL"". Vale... cuando llegué a casa esa "XL" me viene muy grande... ya sé que aparento mucho y abarco mucho espacio (eufemismos de mi evidente sobrepeso) pero joder! que no es la primera vez que me dicen los de las bolsas de obsequio que coja una talla más y al final tenga que utilizar la camiseta para limpiar el polvo.
A partir de ahora me toca intentar no sobrepasarse en la feria y a seguir entrenando para coger la forma y llegar a la media de Benidorm en plenas facultades de bajar ese 1:41 que atesoro como mejor marca en la distancia. Esta semana ya he realizado dos entrenamientos exigentes (carrera de Chinchilla y ayer jueves un entrenamiento de 8 kilómetros a ritmo de tempo y con algunos cambios a 4:30). También es cierto que ayer después del entrenamiento me fui a la feria y volví 10 horas después con mucho líquido en el cuerpo y no poca materia. Mañana pienso hacer una tiradilla larga de unos 15 kilómetros a las 9 de la mañana. A las 12 me toca ir a la presentación del libro de la Tribuna sobre la historia de la feria en el que he escrito dos capítulos. Después hemos quedado para comer y seguir la fiesta en la feria... una de cal y otra de arena.
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