De esta guisa entraba yo en meta, con 1:42:50 de tiempo oficial y 1:42:43 de tiempo real a 4:52 min/km de media. Llegué en la posición 1.030 de 1.978 llegados a meta. Me faltó un pelín, un poco más de fondo y entrenamiento, para entrar en la primera mitad de la carrera y alcanzar mi crono en la distancia de 1:41:53. No era ése el objetivo al oir el disparo. Tenía claro que mi objetivo era en primer lugar bajar de 1:45 y en segundo lugar hacer 1:42. Si mis piernas respondían mejor de los que yo creía... pues quizás podía ser una opción llegar a esos 1:41:50. Pero lo veía muy complicado, como ya expliqué en una entrada anterior. La semana de parón por las muelas y que las tres semanas siguientes estuve con un entrenamiento muy irregular con pocas tiradas largas y siempre rodajes de 8-9 kms... evidentemente me hacía llegar algo cortillo de entrenamientos. Por todo ello salí con la cabeza fría y me vino muy bien porque cumplí con el objetivo de salida. Y eso significaba ir entre 4:47:4:52 min/km, pues sabía que era un ritmo bastante llevadero para mí.
Pero comencemos por el principio. Ya os he hablado un poco de la media de Albacete. La RFEA la tiene como la primera en el ranking de medias maratones del calendario nacional por sus años (15 ediciones), la participación de atletas de élite, el recorrido bastante llano y el servicio a los corredores (parking vigilado gratuito, buena bolsa del corredor, duchas, masajes, guardarropa...). Ayer varios africanos intentaron batir el record de la prueba que está en manos del keniata Silas Sang que lo dejó en un escalofriante 1:01:11, a 2:54 min/km. En línea de salida se congregaban la flor y nata de ganadores de carreras a nivel nacional: los keniatas Kibet (ganador en la media de Barcelona o Santa Pola), Cosmers Komboi (ganador en Almería), Kurui, Kipkorir... marroquíes, eritreos, etíopes... y españoles de la talla de Rafa Iglesias (ganador de la última Behobia y de la maratón de San Sebastián) o Javier Díez Carretero. En categoría femenina la esposa de Kibet (Chepkirui) batió el record de la prueba y le siguió la famosa Inés Monteiro (representante portuguesa en las últimas olimpiadas), y Fátima Ayachi. El nivel de la prueba es evidente. Los 20 primeros llegados bajaron de 1:09. Pero es que debajo de 1:06 estuvieron ni más ni menos que 13 corredores, entre los que se encontraba Rafa Iglesias (1:04) y Díez Carretero (1:05). El ganador fue Cosmers Komboi (atento a la homonimia con otro gran atleta del C.A. Chinchilla), con 1:01:31, seguido por Kurui y kibet que entraron al sprint, un segundo más tarde que su compatriota. No consiguieron batir el record de la prueba, a pesar que en el kilómetro 15 llevaban 9 segundos de ventaja sobre el record. Quizás la desconfianza entre ellos, el irse vigilando y el ir doblando a los corredores más retrasados les hizo perder comba al final. No cabe duda que a todos se nos atragantó un poquitín los últimos 5 kilómetros, cuando la humedad comenzó a hacer mella. Y todo esto, como dice Rafa Iglesias en su blog de
runner a 700 metros de altura, que siempre es un handicap en las pruebas de fondo.
En mi caso, como digo, salí con cabeza después de la fatídica experiencia del año pasado, donde me estrellé con el muro ¡¡en el kilómetro 7!! Morales, Juan, Antonio y yo nos colocamos muy cerquita de la cabeza de carrera para no quedarnos encerrados en la salida como el pasado año.. El primer parcial de 5.000 lo pasé 24:22 (si le restamos los siete segundos entre el disparo y mi salida, significa 24:15 a 4:51 min/km de media). Hasta entonces fui con Juan y Antonio , ya que Morales iba por delante y no lo pillé hasta que pisé esa alfombrilla del quinto kilómetro. El segundo parcial los pasé en 23:59 (4:48 min/km de media), donde gradualmente perdí a Juan y Morales que se quedaron un poco más retrasados (Morales en el kilómetro 7 y juan en el kilómetro 9); el tercer parcial fue el más rápido, 23:50 (4:46 min/km de media), con buenas sensaciones y adelantando a gente. El último parcial de 5.000 lo pasé en 24:37, a 4:56 min/km de media. Ahí estuvo el "quid" de la cuestión. Si en ese parcial hubiera mostrado la progresión que iba llevando kilómetro a kilómetro hubiera batido mi marca o me hubiera quedado muy cerca. Pero no pude mantener el ritmo. Tampoco me hundí, sino que mantuve un ritmo alto para mí, pero sin ese puntillo que llevaba entre los kilómetros 10 y 15, donde sí me veía con fuerzas. El kilómetro 16 transcurre por una zona muy abandonada, sin animación. El kilómetro 17 acusé las rozaduras de las axilas y unas llagas que se me estaban haciendo en el lateral del pie. Al ver que no avanzaba en tiempo el 18 y el 19 psicológicamente me vine un poco abajo... pero manteniendo el ritmo de los anteriores kilómetros. Sí que es verdad que apreté en el último 2.000, adelantando a unos cuantos. Pero ya para entonces lo único que podía hacer era marcar un 1:42 muy bueno, que me dejó muy contento, pero con un "retrogusto". Si hubiera tenido un poco más de entrenamiento podría haber pegado algún bocado a mi marca personal. En todo caso es una cuenta pendiente que la dejo para otoño... quizás en Amsterdam o en la costa levantina ¿Quién sabe? Sí que es verdad que llegué contento a meta, otra media maratón más a las espaldas (ya llevo unas 12), y mis piernas van respondiendo.
El resto del equipo hizo en general un carrerón. Los de delante están hechos unos máquinas. Patri entró en 1:18, en 1:22 y 1:23 raspados entraron muy juntitos, Diego, Mariano, Gato y Javi. Los hermanos Claramonte (Uge y Sebas) hicieron 1:28. Completó el TopOcho Cuevas con un tremendo crono de 1:33. Sin duda sacaremos más puntos que el año pasado, donde hicimos peor crono todos en general. Destacar ese 1:34 de Paqués y Jose Mari Rodenas. Paqués se planteó el 1:35 y lo ha conseguido bajar ¡¡enhorabuena!! Arturo Tendero volvió a los ruedos del asfalto con un buen crono (1:46) pese a los problemas físicos que le obligaron a bajar el ritmo desde el kilómetro 14. Morales se quitó la espinita de Albacete con un buen tiempo, 1:43 y Juan pudo bajar de 1:45 holgadamente, marcando exactamente 1:44:00. Entre 1:48 y 1:49 anduvo gran parte del equipo, haciendo grupete Moncho, Ovidio, Multi, Chugo... y bueno... hasta completar 36 aguerridos atletas hubo mucho "Usain Bolt" suelto con el castillo corriendo como logo.
Pues nada... otra media maratón, otra carrera del circuito y otra edición de la media maratón de Albacete. No cabe duda de que seguirá manteniendo una posición bastante alta en el ranking dado el gran número de atletas del élite que congregó y la alta participación popular. Esperemos el año que viene volver a batirnos con el asfalto de la capital en sus 21.097 metros de sufrimiento y seguir restando segundos a nuestros cronos. Pero sobre todo a seguir disfrutando con cada zancada, con cada respiración forzada, con cada adelantamiento y con cada grito de ánimo. Por cierto, como siempre, faltó animación, un mal endémico de esta carrera. Espero que para el año que viene lo solucionen para que también, para los populares, sea la mejor media maratón de España.