1:42:07. Mi segunda mejor marca personal a día de hoy llegó de forma casi inesperada. El pasado año 2010, con mejor y más entrenamiento, no conseguí ese registro ni en Villarrobledo, ni en La Roda ni en Albacete (aunque me quedé cerca, 1:43 y 1:42 largos). Sí que es verdad que los tests que había hecho en las dos semanas anteriores (un par de sesiones de series y las tiradas largas) indicaban que estaba bien, o al menos mejor de lo que yo pensaba en un principio. Una marca que debo en gran parte a Cuevas, compañero a lo largo de los 21.097,5 metros, pues supo llevarme a un ritmo homogéneo en el tramo que lo pasé bastante mal (entre el kilómetro 11-15). Me ha pasado en muchas medias maratones. Curiosamente el peor momento lo paso entre la mitad y las tres cuartas partes de la carrera, mientras que consigo recuperarme al final (es decir, que es sobre todo un bajón psicológico).
La mañana se presentaba fría. Cuando nos colocábamos en línea de salida el mercurio apenas marcaba 6 grado. Una temperatura que -si bien no es excesivamente baja- con la humedad y el viento se notaba bastante fresca. El termómetro subió a 8 grados en el pistoletazo de salida y prácticamente en 9-11 grados durante toda la prueba. El viento fue menos molesto de lo que pensábamos y la lluvia no asomo. El sol alumbró de vez en cuando el camino hacia la meta, dando algo más de calor corporal a nuestros músculos. En cuanto al desarrollo de la misma, el primer 5.000 lo pasamos entre 4:50-4:55. En el mismo ibas en una avenida paralela al paseo marítimo hacia las salinas y volvías por el paseo que recorreríamos bastante después. En el tramo del puerto y hasta la playa de Varadero Cuevas y yo íbamos marcando 4:45-4:50, coincidiendo además con la llegada de Rafa al grupeto hasta subir una pequeña rampa y tras pasar el kilómetro 10. Del 10-15 mantuvimos el 4:50 a pesar de que lo pasé mal gracias al apoyo de Cuevas. Era picando para abajo, lo cual se agradece. Los últimos 6 kilómetros me recuperé psicológicamente, y los hicimos en 4:50-4:55 en un trayecto de ida y vuelta en el paseo marítimo que habíamos recorrido en los primeros kilómetros. Fui marcando parciales de 5.000 metros muy parecidos unos a otros. Los últimos dos kilómetros perdí comba no por agotamiento. Todo lo contrario. Iba a más. Pero otra vez aparecieron los calambres de Benidorm. Comenzaron en la pierna izquierda por dos veces. A la tercera (esta vez en la derecha) decidí bajar el ritmo para llegar bien. Cuando llegué a meta y vi el 1:42:07 pensé de nuevo que si no es por los calambres hubiera bajado seguro mi marca de media maratón (1:41:54). De hecho llegué sin fatiga aparente, al menos en cuanto a corazón. Agradezco de nuevo a Cuevas su compañerismo y el haberme llevado en el punto correcto: lo que se dice una verdadera liebre.
Sobre la media, sólo indicar de nuevo su espectacular organización. Es un evento excepcional, que congrega 8.200 personas (7.100 reales, el resto o no acabó o no vino). Excelente bolsa del corredor, un trato exquisito a los populares y una fiesta del atletismo popular en general. La masificación provoca que, o te colocas muy delante, o te quedas atrapado durante muchos kilómetros, condenado a zigzaguear. Como mi idea primigenia era llevar un ritmo homogéneo cercano al 4:55 (finalmente me salió a 4:52), me coloqué muy temprano en la salida, 30 minutos antes. Conseguí mi objetivo. Otros años -como el anterior- me ha dado igual porque sólo he ido a disfrutar. Pero este año quería probar en qué estado de forma me encontraba de cara la maratón de Madrid del 17 de abril. Me ha salido un muy buen test. La matrícula de honor la hubiera tenido si no me hubieran dado los calambres y hubiera acabado en 1:41, como iba en el kilómetro 19. Pero estoy muy contento.
En cuanto a la actuación del club, destacar ese 1:15 de Patri, que se colocó el 72 de la general. Otro carrerón de Mariano, con 1:20 apretando los dientes.Enhorabuena a los dos. Diego entró en 1:24, a 4 min/km yendo hasta el kilómetro 12 con Mariano, pero que después siguió un ritmo más cómodo. Jesús hizo un buen tiempo de 1:30. Rafa y Manuel Cifuentes llegaron en 1:40-1:41, seguidos de un servidor y Cuevas en 1:42. El Multi, que hizo 1:43 (1:45 fue en oficial, pero salió muy atrás), demostró el buen sistema cardiovascular que tiene al hacer una media maratón debajo de 5 min/km sin entrenar más que dos veces en un mes. Juan Carlos Almendros hizo 1:54 y Ana María, única fémina en esta carrera del club, hizo 1:55. Cerró la participación del club José Enrique con 2:15.
Terminamos el día "atlético" con una grandiosa comida cerca del puerto, a los 400 metros de la salida de la carrera. Llenamos nuestros buches y regamos con líquido cervecero y vino nuestro esfuerzo. Lo celebramos como se merece.
Llevo dos días de descanso (hoy no debería haber sido de descanso) pero espero enmendarlo mañana haciendo series en Abarán (donde me encuentro actualmente escribiendo estas palabras) y después gimnasio. El viernes haré un trotecillo suave de una hora y el sábado una tirada larga y el lunes otro trote suave. Si no pasa nada, haré en torno a 215 kilómetros en enero. No está mal. Pero febrero debo comenzar fuerte si no quiero sufrir de más en Atocha.
