Una dura carrera la que vivimos en la serrana localidad de Molinicos, con victoria local masculina (el conocidísimo bombero José Luis Sánchez Cózar) y en el plano femenino venció Wafiya Benali (como podéis adivinar no es de Molinicos) en una prueba en la que acabamos 514 personas. La meteorología alternó momentos de calor con zonas de viento moderado que te enfriaba el sudor. Como ya sabéis, el circuito tiene dos partes. La primera son cuatro kilómetros de rompepiernas donde te llevan por la carretera que va a Yeste y vuelves de nuevo al pueblo y te pones a subir y bajar las duras cuestas de adoquín que tiene el pueblo. En cuanto pisas el kilómetro cuatro comienza la parte más dura. Es una larga subida de cinco kilómetros exactos con un descansillo en el medio de unos 500-600 metros. La subida se engancha, para qué vamos a engañarnos. Son rampas con mucha pendiente salpicadas de pequeños tramos con una pendiente menor en las que apenas te da tiempo a que puedas respirar cuando te vuelves a encontrar otra rampa de las que quitan el aliento. El último kilómetro y medio de subida es mortal. Eso sí, en cuanto pises el kilómetro nueve ya es todo bajada. Unos 250-300 metros acumulados positivos aproximadamente lo que haces en esa ascensión. Lo que subes en cinco kilómetros lo bajas en tres, lo que da cuenta de la inclinación tan grande que tienes que sortear. En mi caso, que soy muy mal bajador, me pasaron al menos veinte personas como obuses, mientras yo me proponía aguantarme los conatos de flato que me estaban dando. De esta forma pisas el kilómetro doce corriendo por la carretera de Yeste y vuelves de nuevo al pueblo, esta vez llaneando, con los cuádriceps llorando de tan larga subida y de tan extrema bajada.
La organización estuvo muy bien. Los avituallamientos estuvieron en los sitios adecuados, en los que la sed acechaba nuestras gargantas. La recogida de los dorsales fue rápida, las atenciones buenas, la bolsa del corredor salpicada de los productos de la tierra, junto con un zapatillero, y los productos habituales en el avituallamiento final. La actuación del club se vio afectada -naturalmente- por la participación de algunos de nuestras máquinas en la media maratón de Torrevieja, aunque me consta por los comentarios que hubieran preferido correr en la sierra y no en la playa. El TopOcho lo comenzó esta vez José Luis Garrigos, entrando en un más que meritorio 96 puesto y a 4:33 min/km, dando cuenta del gran estado de forma que afronta. Un gran comienzo de circuito el de José Luis, mostrando una gran velocidad en todos los terrenos. Le siguió Josemari Rodenas (1:03), el 130 de la general a 4:43 min/km, recuperando sensaciones de finales de la temporada pasada. En unas semanas tenemos al gran Josemari de nuevo entre los ochenta primeros. Una gran sorpresa la de Schuster, entrando en 1:05 en la dura carrera de Molinicos, por delante de un todavía ranqueante Uge (1:06), a causa de las lesiones y resfriados varios, acompañado de su hermano Sebas (1:06 también). A pesar de los problemas físicos los dos hermanos hicieron una más que decente carrera. Minuto y medio después (1:07) entró Ángel Pérez (Perote) para mantener ese gran puesto que ocupa en la general de promesa masculino. Con 1:08 entró Manuel Cifuentes, entregado a la causa del club, seguido de un servidor que debuto este año y lo hago en el TopOcho (1:10), aprovechando las grandes ausencias del club. Y es que esta ocasión -probablemente- será la última vez de la temporada que suba al Olimpo del TopOcho, porque teniendo en cuenta las grandes incorporaciones que hemos tenido y las gacelas que desde hace tiempo tenemos (además de una gran clase media que suele rodar en torno al 4:10-4:15 min/km sin despeinarse mucho), me parece que un servidor se da por contento con haber subido aunque sea sólo una vez a tan alto honor de este club. En total fuimos 20 atletas chinchillan@s los que estuvimos bregando en las rampas de Molinicos (Ángel Manuel, Rafa, Emiliano, Francisco López, Manuel Romero, Miguel Ángel Maeso, Katerine, Ana María Martínez, Ana Lorente, José Enrique, Sara y Francisca Martínez), y todos hemos contribuido a tener otra puntuación más y a seguir otra jornada en el segundo puesto por equipos, que esperamos poder refrendar en Riópar, donde seguro que las gacelas se querrán vengar de la experiencia de Torrevieja. Además el equipo femenino volvió a puntuar y a mostrar la buen química que llevan.
En mi caso, ya me reservo para Fuentealbilla donde velaré armas la noche anterior con la intención de bajar mi marca de 10 kms, una semana antes de atacar mi marca de media maratón (Villarrobledo). Que los hados de la naturaleza me acompañen, y las piernas y el corazón me lo permitan.